El riego adecuado es esencial para cada huerto de manzanos, y su importancia se duplica en el caso de las nuevas plantaciones de árboles de alta densidad.
Afortunadamente, los productores en la actualidad tienen varias herramientas disponibles para ayudarlos a hacerlo bien, según Henant Gohil, agente de la extensión de uvas para vino y frutas en la Estación Experimental Agrícola de Nueva Jersey de la Universidad de Rutgers en New Brunswick. Gohil discutió varias opciones en una presentación sobre el riego de precisión que realizó durante la exposición sobre Mercados de Productores, Vegetales y de Frutas de los Grandes Lagos en Grand Rapids, Michigan, en diciembre.
Las herramientas de riego son importantes porque no proveer suficiente agua puede significar un retraso en la primera cosecha completa. Los retrasos representan un gran problema, en especial para los huertos de alta densidad que necesitan obtener ganancias lo más rápido posible para compensar el costo de árboles adicionales, explicó Gohil.
La falta de agua también limita el flujo de nutrientes a los árboles, lo que, a su vez, resulta en una mayor vulnerabilidad a ciertas enfermedades, como la mancha amarga, y puede producir frutas más pequeñas que no cumplen con las expectativas de los minoristas y los mayoristas.
Por el contrario, regar demasiado es un gasto innecesario, señaló, ya que no contribuye nada a mejorar el huerto y puede causar el desarrollo de hongos y otros problemas.
¿Cómo encuentran los productores ese balance perfecto? La respuesta es el riego de precisión, señaló Gohil, y eso significa usar las herramientas disponibles para determinar cuándo, qué tanto y por cuánto tiempo regar para darle al huerto justo la humedad que necesita.
¿Cuándo regar?
Algunos productores confían en su propia familiaridad con el huerto para saber cuándo sus árboles necesitan agua —tal vez la manera en la que se ven las hojas o la manera en la que la fruta está madurando—, pero Gohil no recomienda este método en los bloques actuales.
“Eso requiere años de experiencia, y con las nuevas variedades y genotipos que, por ejemplo, pueden colgarse por más tiempo en el árbol después de madurar, se puede pasar por alto el estrés hídrico”, explicó. Y, con las variaciones climáticas que afectan el clima local, es posible que “este método basado en la sensación y la apariencia no sea suficiente”, añadió.
En cambio, sugiere reemplazarlo con tecnología, específicamente, los nuevos bloques de resistencia del suelo y tensiómetros que están equipados con registradores de datos.
Estos sensores avanzados son una gran mejora respecto a los viejos sensores de suelo que requerían un mantenimiento frecuente, como purgar de manera repetida las burbujas de aire, recargarlos, ir varias veces al campo para leer cada sensor, y recopilar e interpretar los datos para determinar si se tenía que regar o no, aseguró.
En comparación, Gohil describió los sensores avanzados con registradores de datos como unidades pequeñas que “se encargan de la mayoría de los problemas relacionados con el mantenimiento y tienen controladores, por lo que se obtienen datos en tiempo real sobre el estrés hídrico en su dispositivo móvil”.
Los sensores avanzados también indican inequívocamente la necesidad de agua. Por ejemplo, los tensiómetros avanzados verifican la tensión agua-suelo, o la fuerza de succión que deben usar las raíces para extraer el agua del suelo. Posteriormente, reportan de manera inmediata las mediciones y las interpretan según el tipo de suelo del huerto, de modo que el productor recibe instrucciones claras sobre cuándo agregar agua.
¿Qué tanto regar?
Determinar cuánto regar un huerto sediento es un poco más complicado, ya que el tipo de suelo, la etapa de maduración de la fruta, la estación y el espaciamiento de los árboles pueden afectar la cantidad de riego requerida.
Afortunadamente, declaró Gohil, los productores en el este de los Estados Unidos tienen acceso a la Red de aplicaciones ambientales y climáticas de la Universidad de Cornell (“Network for Environmental and Weather Applications” o NEWA) y a los modelos asociados de evapotranspiración de manzanas (ET) que se han vuelto cada vez más exactos.
De hecho, las versiones anteriores de los modelos se construyeron utilizando datos de evapotranspiración recolectados de los campos de hierba y alfalfa, pero ahora los modelos incorporan datos recopilados directamente de los “doseles del huerto para los huertos de dos, tres y cuatro años, y para árboles maduros”, afirmó.
El modelo NEWA Apple ET en línea tiene una interfaz de usuario que le permite al productor ingresar datos básicos, como la fecha de aparición de las puntas verdes, el espaciado dentro de una fila y entre las filas, la edad de los árboles y la cantidad de árboles por acre.
Luego, el modelo accede a los datos meteorológicos locales, incluso a los datos meteorológicos del huerto, si el productor tiene su propia estación meteorológica, para determinar la lluvia y calcular la pérdida de agua debido a la evapotranspiración durante los siete días anteriores.
Entonces predice la evapotranspiración para los próximos siete días y calcula las necesidades del huerto en galones por acre, mostrando la información en la columna de balance.
“También permite ingresar los galones de agua complementados y ajusta automáticamente el balance”, añadió.
¿Por cuánto tiempo regar?
Los productores necesitan conocer la velocidad de descarga de su propio sistema de riego para medir el número correcto de horas de riego y así lograr el volumen total por acre, indicó Gohil.
Utilizó el ejemplo de un productor que tiene un área de 1.8 por 3.7 metros (6 por 12 pies), lo que equivale a 245 árboles por hectárea (605 árboles por acre). “Adicione su sistema de riego, tal vez el riego por goteo y microaspersores con dos emisores por árbol, cada uno con un caudal de 7.6 litros por hora (2 galones por hora)”, explicó. “Eso significa que su velocidad de descarga por árbol es de 7.6 litros por hora, por lo que, con 245 árboles por hectárea, su descarga total por hectárea es de 3,707 litros por hora (2,420 galones por hora)”.
Con esa información, el productor puede extrapolar rápidamente el número de horas de riego necesarias para alcanzar el equilibrio total de agua requerido por hectárea del huerto.
“Para el huerto de alta densidad, el requisito de agua, y por lo tanto la capacidad de la bomba podría ser mucho mayor, por lo que también se debe considerar la disponibilidad de agua y el costo de la bomba antes de establecer el huerto de alta densidad”, apuntó.
Además, advirtió que los productores deben asegurarse de que su sistema de riego esté funcionando correctamente, y eso incluye verificar la velocidad real de descarga de agua de los emisores.
“La literatura puede indicar que el caudal para un emisor es de 3.8 litros por hora (1 galón por hora), pero en realidad podría ser de 80 a 90 por ciento de eso”, informó, y agregó que es sencillo usar un matraz aforado o una cubeta graduada para verificar cuánta agua proviene de un emisor y luego ajustar los cálculos según sea necesario.
¿Qué más?
Los sensores de agua avanzados, los registradores de datos y los modelos de riego son maneras excelentes de mantener un huerto regado correctamente, aseguró Gohil, pero los productores no deben olvidarse de otros métodos para mantener buenos niveles de humedad, especialmente durante los períodos y años de sequía.
Fertilizar ligeramente y podar considerablemente los brotes disminuirá la necesidad de agua, y reducir el crecimiento de la maleza puede contribuir en gran medida a reducir los requisitos de riego, explicó, “porque saben bien cuánta agua las hierbas pueden succionar del huerto”.
Gohil enfatizó la importancia de mantener los árboles lo suficientemente regados, ya sea en un huerto tradicional o un huerto de arquitectura de alta densidad.
“El riego de precisión conlleva regar en el momento correcto, a la velocidad correcta y durante el tiempo correcto”, concluyó. “Es esencial tener un mejor control sobre sus prácticas de riego”.
—por Leslie Mertz