Cuando cerca de una docena de empleados de Stemilt se reunieron para platicar alrededor de un bebedero en la sala de descanso de un rancho en Quincy, Washington el verano pasado, no se trataba de una conversación casual.
De hecho, los trabajadores, que formaban parte de un curso de capacitación en liderazgo, estaban practicando sus habilidades de resolución de problemas mediante el desarrollo de un sistema de gestión de jarras de agua: cuántas se necesitaban, cómo se transportarían, quién las limpiaría y cómo mantenerlas alejadas del suelo, para comenzar.
“Parece muy sencillo, pero es algo que nadie analizaría detenidamente”, afirmó Brianna Shales, directora de mercadotecnia de Stemilt Growers. “En el pasado, habría sido un problema que el gerente tendría que solucionar. Este enfoque toma las aportaciones de todas las partes para llegar a una solución acordada”.
Este enfoque ascendente de resolución de problemas y el propio “equipo de liderazgo” forman parte de los esfuerzos de la Iniciativa para una Alimentación Equitativa (EFI, por sus siglas en inglés) que buscan garantizar que los trabajadores agrícolas tengan voz en su lugar de trabajo. La organización es obra de los líderes de las industrias de venta al por menor y de productos agrícolas, junto con los defensores de los trabajadores agrícolas, quienes querían promover y certificar los huertos que promueven las buenas prácticas laborales. El enfoque ha atraído recientemente a varios productores de frutas de árbol —entre ellos Stemilt, que planea certificar tres ranchos más y su operación de empaque este año— quienes han proporcionado capacitación de liderazgo a docenas de empleados.
“Lo que la EFI se propuso realmente es lograr que el trabajador pueda levantar la mano y decir: ‘Aquí hay un problema’, y que sienta que es seguro plantearlo”, explicó LeAnne Ruzzamenti, directora de comunicaciones de la EFI. Los trabajadores tienen más confianza y se animan a hablar cuando ven que la dirección aborda las preocupaciones que han planteado, como la insuficiencia de jarras de agua en el rancho de Stemilt en Quincy.
“En última instancia, se está cambiando la cultura en el huerto”, señaló.
Cómo funciona la EFI
Los productores participantes —que ahora incluyen el programa de fruta de hueso de Homegrown Organic Farms en California y a los productores de fruta de árbol de Washington, Stemilt, Rainier Fruit y Domex Superfresh Growers— forman un equipo de liderazgo con representantes de cada parte de la planta laboral en el huerto o en el almacén de empaque. Este equipo se somete a una semana de capacitación impartida por la EFI que se centra en la creación de equipos, la comunicación y la resolución de problemas. El objetivo: Garantizar que todos los trabajadores conozcan a alguien del equipo de liderazgo, alguien a quien puedan confiar sus preocupaciones y que tenga la capacidad de realizar cambios, indicó Ruzzamenti.
De eso se trata la capacitación. En cuanto a la certificación, los inspectores les preguntan a los empleados si conocen al equipo de la EFI y a quién acudirían en caso de tener un problema, apuntó. La certificación implica también cientos de normas relacionadas con las prácticas laborales responsables, la seguridad de los trabajadores, la inocuidad de los alimentos y la seguridad de los pesticidas.
Una vez certificados, los minoristas Costco y Whole Foods etiquetarán los productos y los venderán por una pequeña prima: 3.3 centavos por kilogramo (1.5 centavos por libra) en el caso de las manzanas y la fruta de hueso. Esa prima se reparte entre la EFI, para los trabajos de mercadotecnia, las empresas, para cubrir algunos costes de participación, y los trabajadores, quienes se llevan la mayor parte en forma de bonos.
La EFI fue fundada, en parte, por un antiguo vicepresidente de Costco, quien quería garantizar a sus clientes que sus proveedores hacían lo correcto en lo que respecta a la inocuidad de los alimentos y las prácticas laborales, indicó Ruzzamenti. Las conversaciones con las partes interesadas comenzaron hace unos 10 años, y la organización sin fines de lucro se estableció oficialmente en 2015. Actualmente, 47 huertos de Norteamérica han sido certificados, y hay más en camino.
Experiencia en el huerto
Costco instó a Domex Superfresh Growers a considerar el programa de la EFI, informó Kristin Kershaw Snapp, directora de asuntos corporativos de la empresa productora-empacadora-transportista de Naches, Washington.
“Se ajusta a los objetivos y la cultura de nuestra empresa y a la forma en que queremos que evolucione nuestra cultura”, agregó. “Como parte de la cultura de nuestra empresa, queremos que todos entiendan que su opinión importa. Independientemente de cuál sea su trabajo, usted sabe algo importante”.
Hace tres años, organizaron su primera capacitación en liderazgo, que Kershaw Snapp describió como una “transformación completa” para algunos de los empleados. En particular, el equipo incluyó a dos empleados H-2A que acababan de llegar de México y que parecían estar muy nerviosos ante una semana en una sala de conferencias. Se escondían en la parte de atrás, reacios a hablar o hacer contacto visual, recordó.
“Regresamos cinco días después y todas las personas de ese equipo de liderazgo estaban parados con confianza frente a la pizarra, demostrando lo que habían aprendido sobre cómo identificar los problemas y cómo resolverlos”, añadió.
Los problemas resueltos por el equipo de la EFI en Superfresh Growers incluyen el desarrollo de estaciones de descanso móviles —remolques que llevan mesas y carpas de sombra plegables al huerto donde las cuadrillas están cosechando— y la compra de equipos adicionales de protección contra caídas para los miembros de las cuadrillas que trabajan en equipos altos, como las máquinas de viento, según indicó Derek Tweedy, director de inocuidad de alimentos de la empresa. Después, cuando llegó la pandemia, los miembros del equipo de la EFI ayudaron a la empresa a adaptarse rápidamente y a generar confianza en torno a los cambios resultantes. En general, el proceso ha empoderado a empleados de todos los niveles de la empresa, afirmó.
“Eso es algo muy difícil de hacer para una organización por sí sola”, aseguró Kershaw Snapp. “La dirección dice que queremos que todo el mundo tenga voz, pero ¿cómo se consigue que la gente lo crea y actúe en consecuencia?”.
En cuanto a la certificación, Kershaw Snapp dijo que Superfresh Growers fue uno de los primeros productores de fruta de árbol y de las huertas del estado de Washington en trabajar con la EFI, por lo que hubo muchas cosas que resolver para alinear los estándares con las leyes estatales y las prácticas típicas de la industria, como el pago por trabajo a destajo. Se espera que este año se obtenga la certificación completa de todos los huertos y operaciones de empaque de la empresa.
Dijo que el retorno de la inversión del programa de la EFI proviene mucho más de las capacitaciones de liderazgo que de las primas de fruta que esperan recibir. El productor de fruta de hueso de California, Vernon Peterson, quien organizó una capacitación de la EFI en enero de 2020, coincidió.
“No es algo que puedas justificar con una calculadora”, declaró. “Es algo que puedes justificar porque quieres tener una mano de obra eficaz y empoderada”.
Peterson es propietario de Peterson Family Farms, que cultiva unas 100 hectáreas (250 acres) de frutas de hueso ecológicas y gestiona un almacén de empaque que también presta servicios a sus vecinos productores de cítricos. Comercializa a través de Homegrown Organic Farms (HGO, por sus siglas en inglés), una empresa frutícola integrada verticalmente que representa a más de 100 productores. Alinearse con la EFI les ofreció una forma de poner de relieve la cultura empresarial donde las personas son lo primero —una cultura de la que se enorgullece tanto Peterson Family Farms como HGO— y de aprovechar esta cultura, afirmó Cherie France, directora de mercadotecnia de HGO.
“La agricultura siempre ha sido un enfoque descendente. A veces, este enfoque de los negocios y de la gestión de las personas ha creado ambientes de trabajo poco saludables y, francamente, un enfoque muy poco cuidadoso de cómo tratamos a las personas”, indicó el director general de Homegrown, Scott Mabs, en un correo electrónico. “Cuando dedicamos tiempo a evaluar el enfoque de la EFI, reconocimos que su pensamiento era muy similar al nuestro y tenían algunas ideas estupendas sobre cómo derribar los muros que a veces existen dentro de la organización entre los diferentes departamentos y capas estructurales”.
HGO empezó con su programa de fruta de hueso, porque “Vern está muy comprometido con el éxito de su gente”, explicó France. Las operaciones de arándanos de la empresa son las próximas.
Por su parte, Peterson dijo que en un principio le gustó la idea de que su empresa pudiera “obtener crédito” por sus fuertes beneficios y su cultura empresarial de dar prioridad a las personas y ofrecer bonos a su plantilla de 45 empleados de todo el año y 75 de temporada. Pero la semana de capacitación en liderazgo tuvo un impacto mucho mayor del que esperaba.
“Es muy raro que un empleado de la línea pueda pasar 40 horas con los propietarios hablando de cómo mejorar la empresa”, indicó.
Los cambios incluyeron equipar a los conductores de tractores con silbatos durante la cosecha, para que los recolectores sepan que deben alejarse del remolque cuando está a punto de moverse, y cambiar los guantes texturizados por otros más lisos en la planta de empaque. Después, llegó la pandemia, y Peterson dijo que el nuevo equipo de liderazgo ayudó a idear estrategias para mantener a los empleados a salvo y mantener la confianza.
Hasta que más minoristas se sumen al programa, el rendimiento financiero en términos de primas se queda corto con respecto a la inversión en los capacitadores de la EFI y el tiempo que su equipo pasó con ellos, señaló Peterson. Los bonos para los trabajadores fueron de un par de cientos de dólares el año pasado. Espera que más minoristas vean el valor que tienen y espera que la certificación por terceros pueda coordinarse con las certificadoras que ya utiliza para la certificación orgánica y de GlobalGAP.
“El primer año, es una gran demanda”, señaló respecto a los costos de participación. “Pero mire, probablemente el 75 % de mi costos en el campo es la mano de obra. Así que tener a los mejores empleados no me cuesta, me trae ganancias. Ya lo hacíamos, pero esta es otra forma de que la gente se sienta empoderada y nos ayude a resolver algunos retos y lograr algo de aceptación”.
—por Kate Prengaman