En el 2018, la Asociación Internacional de Árboles Frutales visitó las instalaciones de la empacadora de fruta de BC Tree Fruits en Kelowna, Columbia Británica. Eran momentos más felices. En julio de este año la cooperativa, que empacaba la gran mayoría de la cosecha de manzanas de la provincia, anunció un cierre repentino. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
En el 2018, la Asociación Internacional de Árboles Frutales visitó las instalaciones de la empacadora de fruta de BC Tree Fruits en Kelowna, Columbia Británica. Eran momentos más felices. En julio de este año la cooperativa, que empacaba la gran mayoría de la cosecha de manzanas de la provincia, anunció un cierre repentino. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

Nota de la editora: En las semanas transcurridas desde que se escribió este artículo, la disolución de la empacadora BC Tree Fruits Cooperative ha seguido adelante. La cooperativa solicitó la protección de sus acreedores a principios de agosto, y los documentos judiciales muestran que debía 65 millones de dólares canadienses a varios acreedores, entre ellos CAD $50 millones al Canadian Imperial Bank of Commerce y decenas de miles a cada productor de los muchos que podrían ser casi 200 socios. Algunos de los activos de la cooperativa, como líneas de empaque, llenadoras de cajas y estaciones de embolsado de una bodega, se subastaron a principios de septiembre. La empacadora Oliver, con su nueva línea, también se subastará, y otras propiedades están a la venta.

Además, CBC News informa de que una empresa farmacéutica, NOVEM Pharmaceuticals, ha alquilado la instalación de almacenamiento principal de atmósfera controlada de la cooperativa -mientras se cierra un acuerdo para comprarlo- para poder almacenar la cosecha de este año.

El gobierno provincial ha anunciado varios programas de ayuda a los productores afectados por el repentino cierre de la cooperativa. Entre ellos figura un programa de financiación puente de CAD $4 millones para ayudar a los socios productores a los que se adeudan los beneficios de la cosecha del año pasado, para que puedan seguir operando mientras continúa el proceso judicial. De ello se encargará la Fundación de Inversiones Agrícolas de Columbia Británica (Investment Agriculture Foundation of BC), que asumirá la posición de acreedor de los productores mientras avanza el proceso judicial y, a la larga, recuperará los fondos adeudados a los productores, según un comunicado de prensa.

La provincia también concedió a la BC Fruit Growers’ Association CAD $100,000 para apoyar el desarrollo urgente de certificaciones de seguridad alimentaria para los productores, y amplió el programa de seguro de cosecha AgriStability con plazos de inscripción más largos, tasas de indemnización más altas y un aumento del límite de pago.

A mediados de septiembre el Ministerio de Agricultura y Alimentación informó también de que 120 de los 179 miembros (productores de manzanas) de la cooperativa se habían conectado a otros empaques, y 73,000 contenedores (bines) de manzanas han sido enviados a las bodegas de empaque.

Semanas antes de que empezara la cosecha de manzanas, el mayor empaque de la Columbia Británica, Canadá, anunció un cierre repentino que puso en aprietos a los productores.

A principios de agosto, Melissa Tesche, directora general de la Asociación de Fruticultores de Columbia Británica lo cual defiende al sector, declaró: “Hay más de 200 familias agrícolas que siguen perteneciendo a la cooperativa y que ahora tienen que encontrar una nueva casa para su fruta. Pánico es la palabra justa para lo que estoy oyendo por teléfono”.

En una carta enviada a los productores a finales del julio, BC Tree Fruits Cooperative anunció su cierre inmediato, clausurando su línea de cerezas mientras lo último de la cosecha aún colgaba de los árboles y diciendo a sus productores de manzanas que quería “darles el mayor tiempo posible para que encontraran una casa para su cosecha”.

El abrupto final de la cooperativa fue, o bien el resultado inevitable de años de lucha contra la escasa rentabilidad y de disensiones entre la comunidad de productores en busca del mejor camino a seguir, o bien un incumplimiento poco ético de la gobernanza cooperativa, según a quién se pregunte.

“Es un desastre que se veía venir hace 10 años”, dijo Steve Brown, productor y antiguo miembro de la junta directiva. “Los beneficios para un 75% de los miembros están muy por debajo del coste de producción”.

La desesperación económica y la desconfianza impulsaron muchos cambios en el consejo y la dirección, incluida una reestructuración de la gobernanza de la cooperativa en el 2020, pero todo llegó a un punto crítico este verano, cuando llegó el momento de que los productores presentaran sus proyecciones de cosecha a la cooperativa. Aunado a que el volumen de fruta de la cooperativa ha ido disminuyendo de forma constante -a medida que algunos productores buscaban mejores rendimientos en los empaques privados o abandonaban por completo el negocio- este año se produjo una pérdida inesperada de cerca de la mitad de la cosecha.

Según Amarjit Lalli, otro productor y antiguo miembro de la junta directiva, algunos de los productores de la cooperativa no dieron a conocer sus estimaciones, creyendo que se trataba de una táctica de negociación para forzar a tener una conversación sobre la reestructuración.

“El cuerpo gobernante perdió la confianza de los socios y no hizo nada por recuperarla”, afirmó.

Pero en lugar de abrir la puerta al cambio, la pobre estimación de cosecha les obligó a tomar la decisión de cerrar las puertas de forma permanente. Eso incluye una nueva y muy discutida línea de manzanas – con un precio de CAD $50 millones – que se terminó de construir justo a la hora que fue cerrada.

“Ahora hay una duda enorme que se cierne sobre la cooperativa, y el tonelaje de fruta está disminuyendo, y se hizo evidente muy rápidamente que esto es el final”, dijo Brown.

Sam DiMaria, otro productor y antiguo miembro del consejo, también compartió su opinión en una entrevista con Good Fruit Grower.

“No había ninguna esperanza de generar suficiente dinero para pagar los gastos generales, de funcionamiento de la cooperativa y que quedara algo para los productores”, dijo. “En cuanto a los productores que decidieron no presentar sus proyecciones, sólo puedo suponer que tenían otras ideas sobre quién se llevaría su fruta, pero estoy preocupado por el otro 50% de los productores que eran leales a la cooperativa y se quedaron en la estacada”.

BC Tree Fruits empaquetaba la mayor parte de las manzanas de la provincia, que cubrían unos 2,925 acres a partir del año 2023, una cifra menor a los 3,500 acres de hace cinco años. Otros nueve empaques privados operan en la región, según una página web publicada por el gobierno para poner en contacto a los productores cooperativos con otros empaques.

La dedicación de los productores a la cooperativa y a la marca “B.C.” era profunda, como mostraba este mensaje en una pizarra de la empresa en 2018, pero en los últimos años la división entre los productores llevó a unas reestructuraciones de la junta directiva y la administración, ya que la organización luchaba contra la disminución de los rendimientos. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
La dedicación de los productores a la cooperativa y a la marca “B.C.” era profunda, como mostraba este mensaje en una pizarra de la empresa en 2018, pero en los últimos años la división entre los productores llevó a unas reestructuraciones de la junta directiva y la administración, ya que la organización luchaba contra la disminución de los rendimientos. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

Pero no es tan sencillo como encontrar otro empaque, explicó Tesche, de la asociación de productores. La cooperativa posee una certificación colectiva de seguridad alimentaria para sus productores y es propietaria de toda la infraestructura necesaria para administrar la cosecha.

“Los productores no tienen sus propios contenedores, ni formas de moverlos, ni lugares donde almacenarlos”, explicó.

Brown y DiMaria dijeron que habían encontrado lugares para guardar su fruta al cierre de la edición del mes de septiembre de Good Fruit Grower, y Lalli seguía en negociaciones con empaques.

“Ahora los empaques privados pueden elegir”, dijo Brown. “Puede que haya una casa en algún lugar para el 50% de la cosecha, pero desafortunadamente la fruta de menor calidad y las variedades no deseadas no tendrán suerte y habrá productores que irán a la quiebra, desafortunadamente”.

El hecho de que la cooperativa haya seguido aceptando tanta fruta que no generaba buenos rendimientos, es parte del problema, dijo Lalli.

“Hemos estado perdiendo millones de dólares al año. ¿Por qué nos aferramos a variedades que no podemos vender?”, dijo. “Si BC Tree Fruits hubiera tenido un plan para ajustar el tamaño adecuado de la operación, podríamos haber hecho que funcionara para que todo el mundo obtuviera un rendimiento adecuado”.

De hecho, Lalli aún cree que hay esperanza de resucitar y redimensionar la cooperativa.

“La importancia de la cooperativa residía en que era una fuerza estabilizadora en el mercado. Es importante que resurja de sus cenizas”, afirmó. “Tenemos un abogado trabajando en ello”.

En retrospectiva, dijo DiMaria, la estructura de la cooperativa dificultó la toma de las decisiones difíciles pero necesarias para sobrevivir a las duras condiciones económicas.

“La cooperativa fue incapaz de cambiar con suficiente rapidez para crear un modelo de negocio sostenible en los tiempos que corren”, dijo. “Es devastador, pero la economía del cultivo de manzanas aquí en el valle de Okanagan no ha tenido sentido en mucho tiempo, y reventó”.

Brown se mostró de acuerdo, afirmando que un cambio más en la dirección probablemente no habría enderezado el barco, dado que hubo tantos cambios de liderazgo en los últimos 10 años y siempre en vano.

“Despedir al director general, dejar marchar a muchos directivos y cambiar el consejo de administración… se ha intentado al menos cinco veces, pero es interesante ver cómo el empaque sigue sin salvarse”, afirmó. “La definición de la locura es hacer las mismas cosas una y otra vez, esperando resultados diferentes”.

El proceso de liquidación de la cooperativa llevará bastante tiempo, según Tesche. Mientras tanto, la asociación de productores está trabajando para ver si los programas de seguros cubrirán las pérdidas debidas al colapso del mercado para los productores que no puedan encontrar una nueva casa para su fruta.

“No es un riesgo cubierto estándar. La cooperativa lleva ahí 88 años”, afirmó.

Los productores también tendrán problemas de liquidez, ya que sus activos están inmovilizados en la cooperativa.

“Abogamos por suspender el impago de los préstamos agrarios, para dejar que esto se desarrolle”, dijo. “Va a remodelar la industria, y claro, la industria necesita evolucionar, pero ¿cómo podemos aliviar ese dolor de la transición y ayudar a los productores que están listos para salir de la industria de hacerlo con dignidad y evitar las quiebras personales?”

por Kate Prengaman

Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.