Los entomólogos de la Costa Occidental piden a los productores de peras que estén atentos a los daños que pueda causar la plaga del barrenador de cabeza plana del Pacífico.
Los especialistas de California han descubierto una plaga de barrenadores que ataca directamente a la fruta del peral, provocando síntomas parecidos a las quemaduras solares o a los daños causados por la palomilla de la manzana.
¿Lo más extraño? Los barrenadores de cabeza plana son de una familia de escarabajos que suele encontrarse en el oeste de Norteamérica. Pero sólo son conocidos por atacar los árboles, a menudo constriñendo los troncos o las ramas.
“Ahora mismo, no sabemos exactamente a qué nos enfrentamos”, dijo Cindy Kron, asesora de MIP (manejo integrado de plagas, o IPM por sus siglas en inglés) de la Costa Norte para Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California (University of California Agriculture and Natural Resources).
Las primeras pruebas de ADN sugieren que podría tratarse del barrenador de cabeza plana del Pacífico, originario de Norteamérica, pero los investigadores están a la espera de una identificación más concluyente.
En agosto del año pasado, el problema surgió por primera vez en el Condado de Lake, al norte de la bahía de San Francisco, cuando el asesor de control de plagas Broc Zoller observó unas manchas oscuras en el lado soleado de las peras y también pequeños orificios de entrada cerca del cáliz. Cortó una pera y le hizo una incisión, encontrando una larva blanquecina y delgada, cuya parte delantera era ancha y plana, lo que le dio su nombre. Por otro lado, un entomólogo del Departamento de Alimentación y Agricultura de California (California Department of Food and Agriculture) lo identificó como un barrenador de cabeza plana, pero no como una especie concreta de esta plaga.
Zoller encontró los barrenadores en cuatro huertas, todas de cultivo orgánico o en algunas otras con uso limitado de pesticidas. Él ya ha visto barrenadores de cabeza plana en los troncos y las ramas de árboles frutales, pero rara vez con mucha frecuencia.
“No es algo que nos preocupe mucho”, dijo.
Zoller trabajó con Kron y con Clebson Gonçalves, el asesor de cultivos diversificados de los Condados de Lake y Mendocino, para emitir avisos y celebrar reuniones con los productores.
Según Kron, es posible que en las huertas de la costa norte de California se hayan producido más daños no diagnosticados, descartados como daños causados por la palomilla de la manzana. Con la cosecha ya en marcha, los investigadores no tuvieron la oportunidad de realizar un muestreo sistematizado.
Mientras tanto, Gonçalves envió especímenes de la plaga a la Universidad de Tennessee, donde los investigadores encontraron en un base de datos genómica que su ADN es compatible con el Barrenador plano del Pacífico. Pero eso no es infalible, dijo Kron. Alguien podría haberse equivocado con las muestras de ADN anteriores.
Durante el invierno pasado, Kron creó algunas larvas en su laboratorio. Cuando Good Fruit Grower se puso en contacto con ella a principios del marzo, dijo que sólo una larva se había convertido en crisálida, pero que no había aparecido ningún adulto todavía. Cuando los adultos aparezcan, es probable que los investigadores puedan identificar la plaga en forma más específica.
Otro dato sorprendente es que Kron no ve ninguna ventaja reproductiva en que las hembras del barrenador de cabeza plana pongan huevos en la fruta. Normalmente, pasan el invierno como larvas en la madera de los árboles, sean crisálidas en la primavera y emerjan como escarabajos adultos a principios del verano. Para entonces la fruta estaría podrida, convirtiéndola en un huésped limitado.
Es posible que algunas hembras se hayan “confundido” y hayan puesto los huevos en el huésped equivocado, dijo Kron, porque el año pasado hubo un clima extraño. También es posible que se trate de una especie invasora que no encuentra su hospedador habitual.
De momento, Kron y Gonçalves piden a los productores que vigilen los daños: las manchas negras de textura coriácea en la parte de la fruta expuesta al sol, pero sin excrementos exteriores, que delaten la presencia de larvas excavadoras como la palomilla de la manzana. Si hacen una incisión en una de las peras por curiosidad, bien, pero guarden algunas muestras para los investigadores, dice.
El equipo de extensión tenía previsto iniciar el seguimiento en el mes de abril de este año, utilizando trampas triangulares pegajosas.
Chris Adams, entomólogo de la Universidad Estatal de Oregón, no ha visto indicios de la plaga en el noroeste del país, ni en la fruta, ni en la corteza de los árboles; pero sospecha que los productores también pueden confundirla con daños causados por el sol.
Aun así, tras conocer lo ocurrido en California, Adams tiene previsto buscar la plaga este año y también pide a los productores que mantengan los ojos bien abiertos e inspeccionen algunas peras sintomáticas.
“Podríamos tener algo de eso aquí”, dijo Adams.
—por Ross Courtney
Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.