¿Acaso el creciente escrutinio de las prácticas de seguridad alimentaria en los huertos alejará a más productores del uso de estiércol crudo?
No queda claro al momento, ya que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos está llevando a cabo una evaluación del riesgo del estiércol crudo antes de establecer un intervalo de precosecha que proteja mejor a los cultivos de la contaminación. Esta evaluación de riesgos reemplaza el intervalo de precosecha de 9 meses inicialmente propuesto, informó Faith Critzer, especialista de la extensión de seguridad de productos agrícolas en la Universidad Estatal de Washington. Esa propuesta recibió muchas críticas por parte de los agricultores.
Por ahora, la agencia ha dicho que los productores pueden continuar usando estiércol en cumplimiento con la norma del Programa Orgánico Nacional del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, el cual requiere un intervalo de 90 días para los cultivos que no están en contacto con el suelo y minimizar el riesgo de contacto con el producto, lo cual es mucho más fácil para los árboles frutales que, por ejemplo, para los cultivos de hortalizas.
Pero la composta tratada no estará sujeta a las mismas regulaciones, ya que ya ha pasado por un proceso para controlar los patógenos. Esa es una de las muchas razones, además de sus beneficios hortícolas, por la cual cada vez más productores optan por la composta, apuntó el asesor de cultivos Dan Griffith de G.S. Long.
“La mayoría de las explotaciones vislumbran que su futuro depende de la composta”, afirmó. “Incluso hay personas más tradicionales que emplean composta en la actualidad”. Cada vez se vuelve más habitual”.
Los proveedores de composta aseguran que el proceso de compostaje de alta temperatura cuidadosamente gestionado garantiza un producto final seguro, pero la mayoría de los productores de árboles procurar la composta por sus beneficios en términos de mejorar la salud del suelo y la retención de agua, y de aumentar la materia orgánica y la fertilidad.
“Se trata simplemente de conseguir una mejor fruta”, aseguró Nate Fleming de Dirt Hugger, un proveedor de composta con sede en Dallesport, Washington, quien trabaja con productores de cerezas de la Garganta del río Columbia, entre otros. “Trabajamos con muchos huertos y lo que hemos visto, en general, han sido personas que intentan restaurar sus suelos”.
La normativa de seguridad alimentaria no le envía clientes, declaró, pero es un beneficio adicional. Recientemente, más clientes han estado solicitando documentación sobre la certificación y las pruebas de la composta para compartirla con sus propios certificadores y reguladores, informó.
Entonces, ¿cómo certifican los productores de composta comercial sus productos y qué deberían buscar los agricultores al comprar composta?
Un proceso comprobado
Las instalaciones certificadas de compostaje comercial deben garantizar que las bacterias termófilas que impulsan el proceso de descomposición están haciendo su trabajo lo suficientemente bien como para matar los patógenos y las semillas de malas hierbas. El Proceso para una mayor reducción de patógenos (PFRP, por sus siglas en inglés) requiere mantener las temperaturas de las pilas tradicionales volteadas por encima de 131 grados durante 15 días.
En Natural Selection Farms en Sunnyside, Washington, los trabajadores caminan por hilera tras hilera de composta tomando las temperaturas para asegurarse de que el proceso esté funcionando correctamente. Si la composta está demasiado húmeda, seca o compacta como para que las bacterias no puedan respirar, las temperaturas darán el indicio de que algo debe arreglarse, explicó Nehemias Chalma, gerente de operaciones de composta. Su función es básicamente cultivar las bacterias beneficiosas que realizan el trabajo de descomposición, lo que requiere alimentarlas con la proporción adecuada de carbono a nitrógeno.
“Mi trabajo es simplemente mantenerlas contentas, mantener las condiciones adecuadas para que hagan su trabajo”, afirmó Chalma, quien comenzó su carrera en composta hace más de una década como conductor de camiones de Natural Selection y con muchas preguntas. El propietario, Ted Durfey, reconoció su curiosidad y lo envió a un centro de enseñanza de composta. Hoy en día, imparte cursos de capacitación con frecuencia. “Comprobar la temperatura nos permite tener una comunicación uno a uno con cada fila. Realmente podemos ver qué hace cada fila y qué necesita”.
Cada hilera de 800 pies de largo representa una receta de composta diferente —una mezcla de residuos de lúpulo, restos de poda, fruta desechada, residuos de la industria del vino y la cerveza, y otras materias primas— seleccionada para hacer felices a los microbios y producir una composta que cumpla con las necesidades nutricionales concretas de un cliente. Por ejemplo, los productores de arándanos necesitan reducir el pH del suelo, por lo que sus recetas incluyen ingredientes más ácidos como el orujo de uva, explicó Chalma.
En una pila recién mezclada, la temperatura se calienta rápidamente a medida que las bacterias comienzan a trabajar. En los primeros 15 días durante el proceso de reducción de patógenos, el personal da la vuelta a las pilas cinco veces. Una vez que se completa esa fase, ningún material no tratado puede mezclarse con la composta y comienza el proceso de curación. Las pilas se contraen casi a la mitad a medida que se procesa la materia orgánica, los olores y las texturas cambian y la temperatura se enfría lentamente.
“El proceso tarda aproximadamente cuatro meses en estabilizar las pilas lo suficiente como para poder entregarlas” a los clientes, informó Chalma.
El proceso es el mismo para la composta orgánica que para la composta convencional, aunque ciertas materias primas solo pueden añadirse a la composta convencional. La composta de Natural Selection tiene un 80 por ciento de materia orgánica, informó el copropietario Chelsea Durfey.
En la empresa Dirt Hugger, la instalación es un poco diferente. Las pilas de composta se asientan encima de una alfombrilla aireada, con tuberías enterradas que soplan aire dentro de las pilas de composta, lo que acelera el proceso de compostaje en caliente, explicó Fleming. Los ventiladores se pueden adaptar a las lecturas de temperatura en tiempo real para mantener las temperaturas óptimas y los volteadores grandes de composta mezclan y ahuecan regularmente el material, lo cual es más eficiente en términos de tiempo y espacio que el uso de cargadores frontales, afirmó.
Ni Natural Selection ni Dirt Hugger usan habitualmente el estiércol en su proceso de compostaje. Chalma advirtió que, a pesar de los altos niveles de nutrientes, el estiércol de ganado lechero puede tener un alto contenido de sal y, por lo general, no es lo suficientemente uniforme como para funcionar bien en sus recetas cuidadosamente elaboradas y en su sistema global.
Muchas lecherías y otras explotaciones ganaderas fabrican composta con sus propios productos y también la venden a los productores.
No importa cómo se elabore la composta, todos los productos ya terminados deben enviarse a laboratorios de terceros para realizar pruebas de patógenos, metales pesados y análisis de nutrientes. En casos raros, esa documentación puede ayudar a un productor u otro cliente si surge alguna preocupación sobre una posible contaminación más adelante, explicó Chalma.
Lo que los productores necesitan saber
La composta es buena para el suelo, pero no se debe esperar que sea una fuente inmediata de nitrógeno para los árboles como lo es el abono, advirtió Griffith.
“La composta tiene casi todo su nitrógeno en forma orgánica”, explicó, lo que un buen análisis de nutrientes le dirá, en vez del nitrato libre o amoníaco que se encuentra en el estiércol. También recomienda verificar la relación C:N. “Ese carbono es la fuente de alimento de los microbios que intenta mantener vivos cuando aplica la composta al suelo. La verdadera composta está viva y el estiércol está muerto, en términos de microbios beneficiosos”.
Fleming concordó.
“No lo vendemos como fertilizante, sino como una enmienda del suelo al sistema de suelo vivo”, afirmó. “Preparamos un producto a base de humus que ha sido sometido al proceso de PRFP y ha sido elaborado de manera cuidadosa y científica, por lo que una pequeña cantidad puede ayudar mucho”.
Dirt Hugger también ofrece servicios agrícolas que incluyen la distribución de composta en el huerto o el alquiler del equipo necesario para ayudar a los productores a aprovechar al máximo el producto en sus huertos. Esta es el área de mayor crecimiento del negocio en lo que respecta a los productores convencionales y orgánicos, indicó Fleming.
En Natural Selection, las mezclas de composta hechas a la medida son la norma. Algunas pilas, con un gran porcentaje de manzanas desechadas, pueden oler a tarta de manzana horneada cuando las temperaturas se elevan, indicó Chalma. Y cuando termina y se enfría, simplemente huele a tierra buena.
“Hay tanta ciencia en esto y también tanto arte”, concluyó Durfey. “Mire esto; son 80,000 toneladas de desechos que se convierten en una fuente de nutrientes”.