¿Quién no querría cosechar 60 cajones por acre en un campo frutal plantado el año anterior?
El riesgo de dejar que los arboles produzcan tan temprano — antes de que hayan alcanzado un crecimiento suficiente — ha hecho que tradicionalmente los agricultores de Stemilt se hayan abstenido de cosechar hasta el estadio de tercera hoja (tres años después de haberse plantado). Pero esta regla fue desafiada en Capstone, la nueva plantación que la empresa posee en Mattawa, “el cinturón de la banana en el Estado de Washington,” porque los arboles crecieron hasta el alambre superior en espaldera el primer año, dijo Robin Graham, director asistente de área de Columbia Basin para Stemilt Ag Services. El rápido crecimiento de los arboles en bloques de Gala y Fuji plantados en 2015 forzó a los gerentes a romper con la tradición en la empresa.
“Resultó ser una buena decisión”. Dijo Graham a los asistentes de la Asociación Internacional de Fruticultura que recorrieron las plantaciones durante la sexagésima reunión anual celebrada en Wenatchee. Además de los casi 60 cajones por acre cosechados en 2016, la decisión de dejarles la fruta a los árboles a temprana edad “ha absorbido algo del vigor de los árboles y nos ha dejado un crecimiento pobre” retoños tiernos”.
Dirigir ese vigor, contabilizar los nuevos brotes para dirigir la poda, sostener los árboles, usar reguladores del crecimiento para generar retoños y el raleo de las flores manualmente, todo ello ayudó a elevar el potencial de los 581 acres de la huerta Capstone y así alcanzar su meta de 90 cajones de fruta cosechados de alta calidad por acre. Es un ejemplo de cómo las estrategias de precisión de carga frutal están siendo planeadas desde cero en las plantaciones actuales.
“No creo que haya ningún trabajo de los que hacemos hoy en día en las plantaciones que no tenga ningún punto en común con la gestión de la carga frutal”, dijo Dale Goldy, asistente del director general de Stemilt Ag Services, durante un panel de expertos de IFTA.
Pero mientras las herramientas para el control de los cultivos se extienden — desde modelos de alta tecnología que guían el raleo químico hasta la eliminación de las hojas con una costosa mano de obra — pequeños y grandes agricultores seleccionan las mejores soluciones para sus huertas con vista a maximizar la calidad de la fruta sin sacrificar demasiado el rendimiento.
Aprendiendo de Honeycrisp
Muchas de las estrategias de manejo para la carga frutal surgieron a base de ensayo y error con Honeycrisp, dijo Goldy.
“Yo creo que si hablas con cualquier persona que cultive Honeycrisp, todos hemos cosechado demasiado pronto. Espero que todos hayamos aprendido de ello” dice Justin Finkler, jefe de operaciones en Riveridge Land Co, que opera en 860 acres de huertas en Sparta, Michigan.
Ahora mismo, él pretende cosechar 90 cajones por acre en su nuevo bloque de Honeycrisp, plantado en un sistema vertical y con un marco de plantación de 10 por 3 pies de separación entre hileras y árboles respectivamente.
“Nosotros estamos intentando mejorar nuestro nivel. Nos esforzamos por obtener un empacado de fruta del 90% de manera que podamos proporcionar consistencia a los vendedores,” dice Finkler. “Carga frutal y calidad no importan si tienes las variedades equivocadas. Cuando pones en marcha este tipo de inversiones en tu sistema, es bueno saber que estas siguiendo el camino correcto”.
Producir Honeycrisp de alta calidad y evitar que los árboles se adapten a hábitos bianuales de producción de fruta requiere un cuidadoso equilibrio de la carga frutal. Cargas frutales ligeras pueden producir una gran cantidad de fruta susceptible al bitter pit, pero un exceso de carga frutal puede reducir la cantidad de flores la próxima temporada.
“Con Honeycrisp hemos tenido que aligerar la carga frutal lentamente”, dice Goldy. “Generamos brotes frutales en reposo pero no queremos estimular un mayor tamaño en la fruta o bitter pit”.
Precisión en la práctica
Una vez que se invierte en nuevas variedades y en huertos de alta densidad, implementar estrategias de manejo para aumentar la calidad de la fruta es la clave, dijo Finkler, ya que “no hay cabida para la producción de manzana para proceso, o jugo con el dinero que se invierte en estas nuevas huertas.”
Mientras que la poda proporciona los cimientos del cultivo que tendremos, Finkler dijo que es difícil ser agresivo en una región como es Michigan donde las heladas tardías pueden destruir los brotes. Porque ellos tienden a ser más reticentes con la poda, confían más en el raleo químico, afirmó Finkler.
Por otra parte, los agricultores orgánicos que no pueden utilizar productos químicos para el raleo se están adaptando al uso de máquinas para el raleo de frutos que emplean cuerdas, para obtener el máximo rendimiento. Mike Robinson, productor del área de Royal City, demostró su variedad de “raleadores” específicos de uso para sus cultivos a los asistentes al tour, explicando que las cuerdas más largas son para la variedad Fuji, que son más difíciles de ralear y las cuerdas cortas funcionan bien con la variedad Gala.
Una idea en común surgió entre los asistentes al tour y al panel: Todo se trata de adaptar las herramientas a tus objetivos, independientemente de si tienes cientos de acres o solo una docena.
“Nosotros los agricultores más pequeños, necesitamos pensar en objetivos. Se puede hacer más dinero en grandes establecimientos,” dice Peter Eisses gerente de un pequeño establecimiento agrícola de 40 acres en Nova Scotia. Pequeños agricultores, necesitan plantar nuevas variedades y usar nuevos y eficientes sistemas en sus huertas para sobrevivir, dijo él en su presentación durante el panel de expertos sobre carga frutal. “Es hora de parar de producir montones de madera. Es hora de cultivar manzanas,” dijo ante el aplauso del público.
Eisses dijo que el raleo químico es una parte importante de cómo manejar sus huertas de Honeycrisp. “Yo odio con pasión el raleo manual” afirmó. “Tenemos dificultades con la mano de obra por lo que tenemos que confiar algo más en el raleo químico.”
Pero mientras pequeños agricultores como Eisses dependen del raleo químico para incrementar el valor y el tamaño de la fruta, Goldy dijo que Stemilt se está alejando de ello en el nombre de la calidad y la consistencia.
“Con el raleo químico, nosotros nunca hubiéramos alcanzado exactamente lo que queríamos,” dijo. “La realidad es que es difícil, y cometemos errores todo el tiempo, pero para mí, lo que necesitamos tener como objetivo es el vigor del árbol y un balance nutricional más consistentes.”
Creando uniformidad
Muchos de los asistentes a la conferencia de IFTA no podían creer la idea del raleo de flores a mano, pero Goldy dijo que el costo vale la pena en variedades de manejo difícil como Honeycrisp y Fuji porque minimiza el riesgo.
Pero, él también describe la práctica de raleo manual de Stemilt como “retoque” después de la poda, que es la principal manera con la que ellos controlan la carga frutal. La intensidad en la poda se adapta a cada árbol, por ejemplo un árbol completamente cargado es podado intensamente y un árbol joven, el cual presenta un retraso en el crecimiento, tiene menos carga frutal que quitar, dijo Goldy en una entrevista posteriormente.
“Diez, 15 años atrás, la creencia era usar prácticas agrarias homogéneas para conseguir uniformidad. Por suerte nosotros nos hemos alejado de eso porque cuanta mayor consistencia hay de un árbol a otro más fácil es de manejar todo el bloque,” dijo Goldy. “Nosotros terminamos usando una variedad de técnicas de manejo para crear y promover la uniformidad de un árbol a otro.”
La recompensa de una poda precisa y del raleo manual es un mejor balance entre bloques. Arboles uniformes se traducen en necesidades uniformes de riego y fertilizantes y en una cosecha más homogénea. O como dijo el Profesor Stefano Musacchi de la Universidad de Horticultura del estado de Washington, “Homogeneidad en el árbol te proporciona homogeneidad en la producción”.
Otros agricultores en Washington no tienen miedo de invertir dinero en una intensa labor de trabajo que estimule la calidad de la fruta. Auvil Fruit Co. contrata cada primavera cientos de trabajadores para realizar el raleo manual de flores en sus huertas (Véase “deja que las manos se consoliden” página 28). Mientras tanto, Travis Allan de Allan Brothers, dijo que él capacita cuadrillas para realizar el desoje en sus huertas de alta densidad de manera que las manzanas pueden alcanzar el color que necesitan unas dos semanas antes de la cosecha.
“Yo les digo que eliminen cada hoja que obstruye tu vista de la manzana,” dijo Allan durante un tour en una de las huertas de la empresa en Mattawa. El momento depende del tiempo, si hace demasiado calor, espera a que se acerque la cosecha para realizar el desoje. Allan coloca además material reflejante unos 10 días antes de la cosecha para aumentar el color.
De vuelta a Capstone, el gerente Brent Huck demostró que la técnica de poda basada en la contabilidad de botes proporciona la base para la carga de fruta en un bloque de Fuji de tres años de edad. Hay muchas ramas a las que prestar atención, ya que han usado una combinación de muescas y anillado, seguido por tres o cuatro aplicaciones de Promalin para formar retoños frutales. En esta huerta, tienden a crear más ramas de las que necesitan y luego las cortan, lo que es caro, pero también ayuda a controlar el vigor, afirmó Huck.
Su meta es tener 90 brotes por árbol, podando cerca de 125 este año, dijo Huck. Él recorta las ramas laterales que desea que crezcan para rellenar el espacio horizontal y poda cualquier rama que compita con la estructura principal del árbol. Hay una gran cantidad de poda que hacer en este soleado y cálido lugar, “los árboles crecen muy rápidamente,” pero usar el método de contabilidad de brotes también significa dejar algunas ramas que no son estructuralmente perfectas hasta el próximo año, dijo Huck.
“También necesitamos producir suficientes manzanas para pagar las facturas,” dijo Huck.
— por Kate Prengaman
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