Los embaladores de fruta de árbol se enfrentan a demandas del mercado aparentemente opuestas de sostenibilidad y también de comodidad. Están intentando avanzar en ambas direcciones a la vez, desplegando contenedores a base de papel, enviando cerezas en bandejas reciclables y trabajando con los fabricantes para desarrollar plásticos biodegradables.
Y si quieren que la gente coma más manzanas, más les vale aceptar esa incongruencia, según varios oradores en la reunión anual de la Asociación de Frutales del Estado de Washington (Washington State Tree Fruit Association), celebrada en diciembre en Kennewick, Washington.
“Puedes pensar: ‘Esos ilusos, ¿Cómo es que se preocupan por salvar el planeta y a la vez quieren comprar fruta ya embolsada en lugar de comprarla por pieza? A granel es el envase más sostenible, pero quieren bolsas”, dijo Steve Clement, el director general de Sage Fruit Co., en el valle de Yakima, durante su presentación de las tendencias actuales del consumo.
“Probablemente, la forma más correcta de pensar es decir que quieren bolsas, pero también que se preocupan por el medio ambiente”, añadió.
Algunos proveedores mostraron equipos alternativos de envasado y etiquetado en la feria adyacente.
Complicaciones en Canadá
Canadá podría convertirse en el próximo futuro incierto. El gobierno canadiense ha propuesto prohibir el uso de etiquetas PLU de plástico (calcomanías pequeñas con códigos de barras en las piezas de fruta que hace posible escanearlas) no biodegradables y exigir que el 75 por ciento de los productos agrícolas se distribuyan sin plástico para el año 2026. El porcentaje aumentaría al 95 por ciento en el 2028.
“Es un objetivo audaz”, dijo Brianna Shales, directora de mercadeo de Stemilt Growers, de Wenatchee, Washington.
El sector de la fruta de árbol se ha unido a otros grupos en la presión contra esta propuesta, argumentando que las regulaciones harían subir aún más los precios de comestibles, causarían más desperdicios y harían casi imposible el envío de lechuga cortada, frambuesas y cerezas.
“Literalmente, vas a remover productos de las tiendas”, dijo Dennis Nuxoll, vicepresidente de asuntos gubernamentales federales de Western Growers, la asociación que representa a los productores de cultivos especiales en cinco estados occidentales.
Los canadienses importan la mayoría de sus productos frescos debido a las limitadas temporadas de cultivo del país. Estados Unidos es su mayor proveedor por un margen enorme. En el 2023, los productores del noroeste enviaron a Canadá cerezas dulces por un valor de USD $77 millones. China ocupó el segundo lugar, con solamente 38 millones de dólares.
La Asociación Canadiense de Comercialización de Productos (Canadian Produce Marketing Association o CPMA) envió una carta al primer ministro Justin Trudeau expresando, “preocupaciones muy significativas” similares. Según las estimaciones del grupo, sólo el desperdicio adicional de alimentos supondría un coste adicional de USD $160 al año para cada ciudadano canadiense.
El Consejo de Horticultura del Noroeste (Northwest Horticultural Council), que representa el sector de la fruta de árbol de Oregón y Washington en asuntos federales e internacionales, apoya las objeciones de la CPMA y Western Growers, dijo Dan Langager, gerente de comunicaciones tecnológicas.
Esfuerzos realizados hasta la fecha
Los retos del envasado sostenible empezaron mucho antes de la propuesta de Canadá, y la industria frutícola respondió con explorar opciones tanto en el envasado como en el ámbito político.
Por ejemplo, el sector de los árboles frutales de Washington está presionando al gobierno estatal para obtener una exención fiscal sobre las ventas y el uso de envases reutilizables. En el 2021, Costco, citando la demanda de los consumidores, empezó a sustituir los envases de plástico de las manzanas por otros de cartón. Francia ya prohíbe las calcomanías PLU no biodegradables y restringe los envases de plástico para productos agrícolas, con algunas excepciones. Los expositores de cajas de fibra son habituales en las ferias internacionales de fruta de árbol y han empezado a aparecer en los eventos estadounidenses.
“Es una situación realmente difícil para el sector de productos agrícolas, y lo siento por ellos”, afirmó Brant Carman, director de ventas para la costa oeste del EEUU de 4HM Solutions, una empresa de equipos y material de envasado basada en Florida que presta servicio a muchos segmentos de los productos agrícolas, incluida la fruta de árbol.
Sin embargo, el envasado automatizado con papel u otras fibras es posible, afirmó. 4HM se ha asociado con la empresa italiana Frutmac para distribuir herramientas que llenan y cierran automáticamente los envases de bandejas de cartón. La empresa dispone de una máquina de demostración lista para instalar y pretende comercializar envases bivalvos a base de fibra y bandejas de cartón fabricadas con fibra de pasto.
¿Y las etiquetas PLU?
Investigadores privados y gubernamentales están trabajando en versiones biodegradables, pero el desarrollo de un producto que resista los rigores del transporte es complicado, según Dwayne Brandon, director general y fundador de PrinTrayce Systems en Gresham, Oregón, que fabrica y vende etiquetas y equipos de etiquetado.
“Las etiquetas y el adhesivo biodegradables pueden convertirse en un desastre viscoso antes de lo deseado”, afirmó.
Los láseres que graban imágenes directamente en la cáscara de la fruta existen desde hace años, pero su uso ha sido limitado a la piel que no se suele comer, como la de naranjas o sandías, explicó.
Por ahora, PrinTrayce ofrece equipos que aplican etiquetas sin forro, lo que reduce a la mitad el uso de plástico. Las máquinas realizan su trabajo al final de la línea de envasado, justo antes de que las bandejas se introduzcan en la caja. Esto ayuda a mantener limpio el equipo de clasificación en las líneas de envasado.
Aun así, la propuesta canadiense ha hecho que PrinTrayce Systems y sus proveedores desarrollen una película de fibra de madera y un adhesivo que supuestamente biodegradará mejor que las etiquetas de papel.
“Ninguno de nuestros clientes lo ha exigido, pero esperamos tener listo una etiqueta en caso de que surja la petición”, afirma Brandon.
Algunas empresas de fruta de árbol del noroeste tienen sus propios productos.
Stemilt, una de las primeras en usar la caja de Costco, acaba de empezar a utilizar la EZ Band, un envase de cartón para cuatro piezas de fruta con una banda en la parte superior para sujetarlas con seguridad. La nueva caja se inspira en los envases habituales en las tiendas europeas.
Pero aún no está automatizada, dijo Shales. Dejaron que unos pocos clientes probaran el envase en el 2023 y lo ampliarán a más este año, a medida que los minoristas lo utilicen para el marketing orgánico, pero no alcanzará los covenios que propone Canadá, dijo.
Los envases de papel suelen requerir mano de obra, según Tyler Weinbender, director de sostenibilidad y envasado de Domex Superfresh
Growers, un productor verticalmente integrado de Yakima. Existen soluciones automatizadas, pero el elevado desembolso de capital es difícil de justificar para sólo uno o dos clientes, dijo.
En su lugar, su empresa está apostando por el reciclaje.
Domex llena ahora bolsas fabricadas con una película con al menos de un 20 por ciento de plástico reciclado posconsumo (PCR, por sus siglas en inglés). En todo el sector, los estuches de plástico transparente han tenido algo de PCR durante años, dijo, pero Domex ha establecido un mínimo de un 70 por ciento.
Sin embargo, con demasiada resina del PCR el envase acaba blanquecino, dijo. A los minoristas les gustan las bolsas bien transparentes. Además, la cadena de suministro sólo dispone de una cantidad limitada de resina PCR porque los consumidores no reciclan tanto como podrían. La bolsa de Domex podría utilizarse en los contenedores de recogida de plástico reciclable de las tiendas.
“Podemos dedicar todo este tiempo a desarrollar la bolsa adecuada pero el consumidor aún tiene que reciclar”, dijo.
—por Ross Courtney
Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.