Se escucha constantemente: el 2023 fue el año más cálido jamás registrado y los 10 años más cálidos se han documentado en la última década. La temperatura media mundial ha aumentado 2.43 grados Fahrenheit desde la era preindustrial u así sucesivamente.

Es lo mismo si se llamara calentamiento global, u cualquier otra cosa, los científicos afirman que las emisiones de gases de efecto invernadero que se acumulan en la atmósfera son la causa fundamental tanto de la tendencia general al calentamiento como de los graves fenómenos meteorológicos que han ido aumentando en frecuencia e intensidad.

El cultivo de la fruta siempre ha estado sujeto a las condiciones climáticas, por supuesto, pero cada vez más, las historias que reportamos aquí en Good Fruit Grower incluyen eventos climáticos extremos y sus efectos en los cultivos. Ustedes, nuestros lectores, nos han hablado de sequías, incendios forestales, calores peligrosos, calentamientos repentinos seguidos de heladas, inundaciones, fuertes vientos, granizo, cambios en los patrones de plagas, enfermedades, y de cómo todo esto afecta sus huertas, viñedos y campos de cultivo.

Matt Milkovich
Matt Milkovich

Sabemos que usted siente la presión de otras partes también. Las entidades estatales, los minoristas que compran sus productos, los consumidores, los jóvenes recién incorporados al mercado laboral… todos ellos están preocupados por el cambio climático y la sostenibilidad, y esperan que usted haga algo al respecto.

Así que, sea cual sea su postura sobre la política del cambio climático, a estas alturas nadie tiene escapatoria. Usted sabe que tiene que adaptarse. La salud de los árboles, vides y arbustos lo exige. Y también su balance final. Las condiciones meteorológicas extremas afectan a todos los aspectos de la producción frutícola, desde la salud de las plantas hasta la seguridad de los trabajadores, pasando por el rendimiento y la calidad de las cosechas. Es hora de dejar de dar la vista gorda, como quien dice, y mirarlo fijamente en los ojos.

Pero ¡basta de pesimismo!

La buena noticia es que hay muchas personas inteligentes que se enfrentan a los retos de la agricultura en un clima cambiante. Hablamos a menudo con científicos que estudian numerosas formas de proteger las plantas de las severidades del tiempo, y también con productores prácticos que realizan sus propios ajustes.

Como ejemplo, la Universidad Estatal de Michigan (MSU) anunció recientemente el Programa de Resiliencia Climática Agrícola (Agricultural Climate Resiliency Program), una asociación entre la universidad, el Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural de Michigan (Michigan Department of Agriculture and Rural Development) y varios grupos agrícolas estatales. Según un comunicado de prensa, el nuevo programa está “destinado a ayudar a la agricultura de Michigan a mitigar el cambio climático y adaptarse a él, promoviendo al mismo tiempo la sostenibilidad medioambiental, la protección y el uso eficiente de los recursos hídricos del estado”. Proporcionará subvenciones para proyectos de investigación y financiará la creación de seis nuevos puestos de profesorado y dos nuevos educadores de extensión en la MSU.

Good Fruit Grower también está trabajando en ello. Hemos decidido ser más intencionales en nuestra cobertura de las condiciones meteorológicas extremas. A partir de ahora, cuando publiquemos una noticia que aborde el clima extremo o las formas de mitigar sus efectos, la marcaremos con un nuevo logotipo de “resiliencia climática” y haremos que los artículos de investigación sobre la resiliencia sean más fáciles de encontrar en nuestro sitio web.

Y como siempre, si usted tiene una historia que contar sobre el cambio climático o cualquier otra cosa relacionada con la producción frutícola, póngase en contacto con nosotros.

por Matt Milkovich

Matt Milkovich, residente en Grand Rapids, Michigan, es editor asociado de Good Fruit Grower

Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.