En la Columbia Británica como en todos lados, aterrizó la fiebre por la sidra de manzana artesanal, por lo que los productores de manzanas de aquel lugar ven en el sector en expansión una forma de obtener más dinero por una mayor cantidad de su fruta.
“Es algo que va en aumento”, refirió Hank Markgraf, supervisor de servicios de campo de BC Tree Fruits, durante la gira de verano de la International Fruit Tree Association a lo largo de la provincia oeste de Canadá. “Es algo que está empezando a estar más de moda, definitivamente con la cerveza artesanal, el movimiento de la sidra artesanal. Es algo que cada vez más productores ven como una alternativa para conseguir más ingresos con sus fincas”.
La sidra fue uno de los temas principales durante la gira IFTA de julio a lo largo del área de cultivo del valle de Okanagan, donde los productores enfrentan desafíos por las reducidas superficies de cultivo y por la variedad Ambrosia, la cual cultivaban antes de manera exclusiva y, que ahora, está disponible para plantaciones comerciales en los Estados Unidos. Con el fin de obtener mayores ingresos a cambio de la fruta que pudiera no producir ganancias elevadas, los productores recurren al número cada vez mayor de sidrerías.
BC Tree Fruits, una cooperativa empacadora y expedidora con sede en Kelowna, Columbia Británica, dio inicio a una sidrería en su planta empacadora en 2014, para lo cual aprovechó manzanas enlatadas y de menor valor bajo la marca Broken Ladder. La empresa cuenta con una sala de degustación aledaña a su mercado de productos frescos, el cual también se levantó en una esquina de su planta empacadora. Ambas adiciones atraen un flujo constante de clientes después del trabajo.
La sidrería se ha expandido rápidamente. Comenzó con cuatro tanques, ahora cuenta con 26 y tendrá en su haber 29 en los próximos meses, dijo Michael Daley, gerente general de BC Tree Fruits Cider Co. La empresa también está agregando una prensa de doble cinta para duplicar su capacidad de extracción de jugos y permitir prensar fruta suave. Este año, la nueva inversión posee un valor de alrededor de $700,000 USD.
“Constituye un gran éxito para BC Tree Fruits”, dijo Daley al grupo de IFTA en una gira por la sidrería.
El objetivo es ofrecer un mercado para la “fruta de calidad comercial”, fruta que podría venderse fresca, aunque solo rondaría los 50 centavos o 60 centavos por libra, ya sea porque presenta un color o tamaño fuera de la media, o bien, porque tiene una mancha o dos. La empresa no considera como “residuos” a las manzanas que utiliza para su sidra.
La sidrería produce alrededor de 1.45 millones de litros de sidra al año. Alrededor de un tercio va a los productos de Broken Ladder; el resto se vende a otras sidrerías. En conjunto, utiliza alrededor de 6.5 millones de libras de manzanas al año, menos del 4 por ciento que constituye la producción total de la cooperativa que se eleva a 170 millones de libras.
La empresa de sidra incorpora “muy pocas” variedades específicas de sidra en sus recetas y no ha reclutado específicamente a los 430 productores de la cooperativa para producirlas, dijo Daley en una segunda entrevista con Good Fruit Grower. “Estamos tratando de sacarle un mejor provecho a la fruta que ellos ya tienen”.
Una táctica distinta
Sin embargo, las variedades específicas de sidra como Kingston Black, Yarlington Mill y Dabinett, a veces referidas como variedades tradicionales, son lo que muchos bebedores de sidra y, por lo tanto, fabricantes de sidra, quieren y carecen.
“Ahora nos es imposible cultivar suficientes manzanas para sidra”, refirió Bob Thompson, un productor con unos cuantos segmentos de variedades de sidra, en la gira de IFTA en su granja de Summerland. “La demanda por éstas es inmensa”.
Cuenta con cinco variedades de sidra, las encuentra todas desafiantes y no está en sus planes cultivar más. Yarlington Mill es proclive al fuego bacteriano, Porter’s Perfection alterna su producción de frutos y, por su parte, Dabonet produce madera muy quebradiza. “Cada una de ellas tiene algo que odio al respecto”, explicó.
Sin embargo, las manzanas de mesa sobrantes solo pueden servir hasta cierto punto en la elaboración de la sidra, dijo Thompson, un excolaborador en una sidra inicial. “Así no funciona”.
Todas las sidrerías pueden usar algunas manzanas de mesa para sus mezclas.
“Siempre lo haremos porque, por cuestiones económicas, tiene el mayor sentido utilizar un poco de fruta de mesa de menor calidad”, dijo Mike Harris, socio de Dominion Cider Co. Harris de Summerland. Aunque también formó parte de la gira de IFTA, habló a Good Fruit Grower por separado.
Dominion utiliza alrededor de 160 contenedores de manzanas, una mezcla de manzanas de mesa tal como Gala o Ambrosia y variedades de sidra tradicionales como Newtown Pippin y Belle de Boskopp. Ultimadamente, tiene que ver con una cuestión de volumen. Los socios proporcionan alrededor del 80 por ciento de la fruta proveniente de sus 7 acres, lo que significa que solo tienen que comprar unos 32 contenedores en el mercado.
Los productores no solo se enfrentan a las preferencias de índole varietal de los fabricantes de sidra, sino que también se enfrentan a las leyes de licencia de Columbia Británica.
A fines de septiembre, Columbia Británica tenía 30 sidrerías, de las cuales 21 se consideraban “terrestres” en vez de “comerciales”, de acuerdo con la Sucursal de Distribución de Licores de la provincia.
Es necesario que los operadores de sidrerías terrestres, quienes son acreedores a importantes exenciones tributarias, utilicen solo fruta de la Columbia Británica, posean o arrenden al menos 2 acres de huertos de trabajo y hagan uso de esa superficie para aportar al menos el 25 por ciento de la fruta a su sidra. El resto pueden comprarlo en otro sidrería terrestre, pero no comercial.
En cuanto a las variedades, Broken Ladder busca los mismos sabores “de paladar redondeado” que las empresas de sidra más pequeñas, explicó Daley, quien pasó 30 años en el sector vinícola. Él y su equipo investigaron mezclas y tiempos de fermentación en la estación de investigación Summerland del gobierno canadiense para encontrar sabores equilibrados en dulzura y acidez.
La empresa no elabora concentrados y endulza solo con su propio jugo. Original Apple, la primera sidra de la línea Broken Ladder, utiliza seis variedades de cultivo diferentes. Añade peras, duraznos, lúpulos, albahaca y enebro para obtener sabores únicos, y hay más en camino, agregó.
“Queremos producir una sidra auténticamente artesanal, y eso es lo que conseguimos”, refirió Daley en la gira de IFTA.