Utilice el lavado con aspersores elevados, limite las pulverizaciones de amplio espectro a antes de la floración, vigile otras plagas y, sobre todo, confíe en el proceso.
Estos fueron algunos de los consejos prácticos compartidos por cuatro productores de peras durante una mesa redonda sobre un enfoque de manejo integrado de plagas (MIP) basado en la fenología para el control de la plaga psílido, celebrada en diciembre pasado en la reunión anual de la Asociación de Árboles Frutales del Estado de Washington (WSTFA, Washington State Tree Fruit Association).
¿Cuáles son las buenas noticias? Que el MIP funciona, según Sam Parker, Chris Strohm, Mel Weythman y Keith Granger, quienes son productores de peras de la zona de Wenatchee y consultores de plagas que han cambiado sus prácticas de control de pestes en algunas huertas en los últimos dos años.
En mayor o menor grado, los cuatro hombres han aplicado el nuevo modelo de grado-día del psílido del peral de la Universidad Estatal de Washington (WSU) para programar sus aplicaciones de la forma más eficaz. También han empezado a utilizar tácticas no químicas, como aplicar la arcilla de caolín a principios de temporada para disuadir al psílido de aterrizar en los perales, y el riego desde arriba para limpiar la mielada dejada de la plaga. Todo ello se suma a un programa de MIP que podría ayudar al sector del peral a romper el ciclo de la problemática resistencia a los pesticidas.
Tianna DuPont, especialista de la extensión de WSU, moderó el panel y abogó por un optimismo cauto. Ella y su equipo han puesto en marcha un programa de exploración para establecer umbrales de plagas y depredadores que ayuden a los productores a decidir cuándo aplicar pesticidas. (Vea una nota relacionada en inglés: “Evidence for inaction with psylla control“.)
De todos modos, el año 2023 fue un año de baja presión del psílido, por lo que los resultados positivos merecen “un entusiasmo moderado”, dijo.
Las experiencias de los cultivadores compartieron algunos puntos en común.
El lavado de la mielada -un subproducto pegajoso del psílido que daña la fruta y frustra a los cosechadores- fue uno de los éxitos, mediante sistemas del lavado con aspersores elevados o con un pulverizador de agua. De hecho, Strohm, asesor de cultivos de la empresa Northwest Wholesale, recomendó un sistema de lavado como uno de los primeros pasos para un agricultor que se considere la MIP.
La pulverización de amplio espectro aún puede ser útil, pero utilícela antes de la floración para acabar con las poblaciones adultas del psílido que hibernan, según los productores. A partir de entonces, hay que seguir con las pulverizaciones selectivas y los lavados para dejar que los depredadores hagan su trabajo.
Y confíe en esos depredadores (se llaman “beneficiosos” en la jerga de la MIP). Lo más probable es que la población de psílido alcanzará un pico máximo a mitad de la temporada. Se necesita tiempo, a veces más de una solo temporada, para que los depredadores se instalen.
“Puede dar un poco de miedo”, dijo Parker en una conversación de seguimiento con Good Fruit Grower.
Los cuatro productores afirman que ellos mismos buscan en la huerta señales de la presencia de psílido y sus depredadores tanto como sea posible, pero la escasez de mano de obra, el solapamiento de las generaciones de insectos y la espesura del follaje a finales de la temporada lo dificultan. El apoyo de la nueva red de buscadores de psílidos y depredadores les dio más confianza.
Además, los cuatro cultivadores recomiendan usar de manera cuidadosa las trampas para otras plagas, como la palomilla de la manzana, el gusano cortador y el chinche del acre (el chinche boxelder), al tiempo que utilizan nuevas estrategias de MIP para el psílido.
Reflexiones adicionales
Aquí están algunas otras experiencias compartidas por el panel:
Weythman
A diferencia de sus compañeros en el panel, durante el año 2022 Weythman se metió de lleno en el MIP para todos sus 50 acres.
“Supongo que soy el bicho raro aquí porque incorporé todo en el primer año”, dijo.
Weythman comienza la temporada pulverizando los perales con arcilla de caolín, lo que los hace que sean no atractivos para el psílido. También utiliza aceites y otros materiales selectivos hasta el mes de julio. Después, confía en los insectos depredadores y en el lavado con aspersores elevados.
Parker
La familia de Parker tiene un historial del cultivo orgánica de peras y en el 2022 comenzó la MIP en bloques convencionales para poder comparar los resultados con su sistema tradicional.
Su primera prueba se llevó a cabo en un bloque que reportó importantes beneficios de forma fiable. Después de algunos contratiempos durante el primer año, el bloque mejoró en el 2023 con menos daños en la fruta a finales de la temporada que antes de la implantación del nuevo programa. En el 2023, amplió el MIP a un bloque convencional adyacente que no estaba dando beneficios. Tras sólo un año de integración, el bloque estaba limpio de nuevo y era rentable, dijo.
Es posible que en el futuro amplíe el uso de MIP a otros bloques, basado en las conversaciones con sus vecinos, que han manifestado su interés por hacer lo mismo.
Un consejo: para pulverizaciones selectivas, él mezcla a una concentración de 100 galones por acre, que es lo que la mayoría de sus pulverizaciones orgánicas requieren, en lugar de diluir a 200 galones.
Granger
Granger, asesor de cultivos de Wilbur-Ellis, ha recurrido al MIP como alternativa a la agricultura orgánica, pero mantiene sus recomendaciones similares a los métodos orgánicos, para que la administración sea sencilla.
Durante el 2022 que era un año con alta presión de psílido, Granger cambió 30 acres convencionales a MIP y cree que tuvo éxito aproximadamente con la mitad. Las condiciones mejoraron en 2023.
Granger comienza su temporada con tres aplicaciones de Surround (arcilla de caolín) antes de la floración. Una de ellas incluye una pulverización de aceite para elimiar los psílidos adultos y controlar la escama de San José.
Strohm
Strohm trabajó cuatro años para DuPont como asistente de extensión entomológica para el programa MIP de la pera. Tras incorporarse a Northwest Wholesale, implantó el programa MIP en unos 70 acres en el 2022 y aumentó el número de acres a unos 100 en 2023. Sus productores han quedado satisfechos y le han pedido que les ayude a expandirse.
Por ejemplo, junto con un productor, Strohm puso en marcha un programa MIP en una huerta donde los programas convencionales tenían un historial de fracaso cerca del tiempo de la cosecha, debido tanto al aumento de la población de psílido como al personal saturado de trabajo. Pero en el 2023, el productor pudo cortar toda su fruta, incluyendo las últimas peras de la temporada que normalmente sufrían los mayores daños.
Ha observado anecdóticamente que las áreas grandes de 20 acres o más tienen más éxito que las zonas pequeñas de 4 o 5 acres.
—por Ross Courtney
Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.