A la derecha, Jacob Klaus, gerente de huertas de Gilbert Orchards, habla sobre la optimización del manejo de la carga de cultivo con un enfoque en la economía de la cosecha, no tanto de la cantidad del fruto, sino del volumen, durante una sesión sobre la rentabilidad en tiempos difíciles, realizada en la reunión anual de la Asociación de Árboles Frutales del Estado de Washington (Washington State Tree Fruit Association) en diciembre pasado. Entre los otros panelistas figuraron Shawn Tweedy de Chiawana Orchards, centro, y Keith Oliver de Olsen Bros. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
A la derecha, Jacob Klaus, gerente de huertas de Gilbert Orchards, habla sobre la optimización del manejo de la carga de cultivo con un enfoque en la economía de la cosecha, no tanto de la cantidad del fruto, sino del volumen, durante una sesión sobre la rentabilidad en tiempos difíciles, realizada en la reunión anual de la Asociación de Árboles Frutales del Estado de Washington (Washington State Tree Fruit Association) en diciembre pasado. Entre los otros panelistas figuraron Shawn Tweedy de Chiawana Orchards, centro, y Keith Oliver de Olsen Bros. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

La abundante cosecha de manzanas el año pasado resulta ser perjudicial para las finanzas de los cultivadores en el 2024: El volumen del producto hace bajar los precios, mientras que los costos laborales se aumentaron.

“Esta cosecha de 140 millones de cajas va a ser increíblemente difícil de vender” dijo Jeff Baldwin, el director de ventas de Sage Fruit Co. de Yakima, Washington.

Mientras tanto, los productores de todas partes siguen lidiando con las Tasas Salariales de Efecto Adverso (Adverse Effect Wage Rates). En Washington, el pago por hora de USD $19.25 para los trabajadores contratados, combinado con el pago de horas extras requerido ahora para más de 40 horas de trabajo, aumentará los costos laborales en un 16%, según Erin Kniveton, el gerente de relaciones de AgWest Farm Credit. Eso se traduce en un aumento de USD $21 por cajón (bin) en insumos de mano de obra a lo largo de la temporada, suponiendo una semana laboral de 48 horas.

Encontrar la rentabilidad en tales circunstancias puede ser desalentador, pero es posible centrándose en los objetivos de calidad y tamaño, siendo cauteloso con las nuevas plantaciones, según Baldwin, Kniveton y otros ponentes de la sesión celebrada el pasado diciembre sobre la rentabilidad de la reunión anual de la Asociación de Árboles Frutales del Estado de Washington (Washington State Tree Fruit Association).

“Me gustaría felicitar a todos por la gran y hermosa cosecha de manzanas de alta calidad. El problema es que son 140 millones de cajas”, dijo Jordan Matson de Matson Fruit, el encargado de la sesión, a modo de introducción. “Durante las tres últimas temporadas, hemos acostumbrado a nuestros compradores nacionales e internacionales sobre cómo comercializar una pequeña cosecha, y hacerlo bien. Ahora tenemos que luchar por volver a la cesta de la compra de los consumidores. Y mientras dure esta lucha, seguiremos sufriendo con bajos rendimientos”.

El panorama general 

Según la Asociación de la Manzana de EE. UU., los precios bajaron mientras los transportistas de todo el país se esforzaban por mover los 173 millones de fanegas (bushel) almacenadas a principios de diciembre, lo que supone un aumento del 20% respecto a la media de los últimos cinco años. El movimiento se mantuvo fuerte, y las exportaciones de principios de temporada aumentaron en comparación con la temporada pasada y al promedio de cinco años.

Aunque los mercados de exportación serán necesarios para ayudar a mover la cosecha grande, el mercado interno es donde está el dinero, dijo Baldwin.

Para maximizar el valor de la cosecha, lo mejor que pueden hacer los productores es alcanzar los objetivos de tamaño de cada variedad de manzana. Baldwin compartió un gráfico con la mediana de los precios puestos a bordo (f.o.b. por sus siglas en ingles) de las cajas de 40 libras de fruta empaquetada en bandejas de las principales variedades de manzanas de Washington en los últimos cinco años. Generalmente, los precios alcanzan su máximo rendimiento en torno al tamaño 72, y el precio se reduce por encima de los tamaños 80 y 88. En el caso de la variedad Honeycrisp, esa es la diferencia entre los USD $43.66 para las del tamaño 72 y $36.74 para las del tamaño 100.

“Los productores deben comprender cuál es el punto óptimo”, afirmo.

Esta tendencia es aún más importante con una cosecha tan grande que los frutos más pequeños ni merecen ser envasados. Sin embargo, según Baldwin, los precios para la temporada 2023 – 2024 han bajado “en todos los ámbitos”. Un ejemplo: El precio de diciembre para la variedad Honeycrisp fue más de USD $10 por debajo de los promedios que ya compartió, gracias a una cosecha récord de Honeycrisp en todo el país.

“Tuvimos un año de crecimiento fenomenal, y ustedes han cultivado unas manzanas fantásticas”, dijo Baldwin. “La cosecha han subido de tres a seis cajas por cajón”.

Ese aumento normalmente significa buenas noticias para los ingresos de los productores, pero las existencias de 26.5 millones de fanegas almacenadas de manzanas Honeycrisp guardadas en EE. UU. en diciembre (en comparación con un promedio de cinco años de 17.5 millones) mantuvo los precios bajos en el nuevo año.

En una llamada posterior con Good Fruit Grower, Baldwin repasó los cálculos. En el 2022, un productor de manzanas de variedad Honeycrisp que tiene 10 cajas por cajón a un precio medio de USD $43 generaría $430. Esta temporada, digamos que las cajas de 40 libras se incrementan en tres por cada cajón, pero cada caja se vende a $30, lo que genera sólo $390. Si se restan los gastos de envasado, los productores obtendrían entre $250 y $275 por cajón. 

A estos precios, incluso los bloques de Honeycrisp tienen dificultades para rentabilizar la inversión. Según Kniveton, lo ideal sería que los productores obtuvieran una rentabilidad de inversión superior al 10% en los siguientes 15 años a la plantación de un nuevo bloque. Pero sus últimos cálculos muestran que a $260 dólares de rentabilidad por cajón, ni siquiera las huertas que producen 90 o 110 cajones por acre llegarán a ese nivel con los costos laborales y los tipos de interés del 2024.

“Es posible que las huertas de alta densidad ofrezcan un rendimiento positivo, pero incluso con 70 cajones por acre a $345 por cajón, es arriesgado”, dijo. “Con la economía actual, no tiene ningún sentido desarrollar huertas como productor”.

Debido a los retos económicos, recomendó a los productores que afiancen su dinero hasta alrededor de un tercio de los costos operativos anuales.

“Lo que estamos viendo es que los productores con más capital circulante tienen más capacidad de resistencia” y la capacidad de sobrevivir a la caída de los precios, dijo Kniveton. Los que no tengan este capital, recurrirán a la venta de activos o al capital externo. “Siento no pintar un panorama mejor, pero los tiempos actuales son difíciles de navegar”.

Unas estrategias de la supervivencia

Según los cálculos de Kniveton, las únicas inversiones que obtendrían luz verde producirían más de 90 cajones por acre y se venderían a USD $345 el cajón.

Los panelistas que intervinieron después de Kniveton dijeron que esta hipótesis es descabellada.

“No es así como funciona, no es sostenible”, dijo Shawn Tweedy, socio de Chiawana Orchards en Pasco.

Es poco realista para la mayoría de los sistemas, dijo también Jacob Klaus, gerente de huertas de Gilbert Orchards de Yakima. Sí, si se pueden cultivar 95 o 100 cajones de manzanas variedad Gala pequeñas y sin mucho color, pero ése no es el objetivo”.

En lugar de eso, Tweedy aconsejo a los productores a “cultivar la fruta adecuada de la forma más eficaz posible”, centrándose en la poda y el raleo para conseguir cargas de cultivo específicas. “No es bueno producir 70 cajones por acre si el tamaño de la fruta no es el adecuado”, dijo.

Klaus dijo que es importante hacer un seguimiento de los costos bloque por bloque para tomar buenas decisiones, y advirtió del peligro de tomar atajos para ahorrar dinero. “Es una forma de quedarse atrás”, afirmó.

Otro panelista, Keith Oliver, gerente de Olsen Bros. de Prosser, compartió varias estrategias de reducción de costes que está desplegando el mismo, incluyendo la renuncia al entrenamiento formal de las ramas principales y el atado de ramas; desherbar y segar menos; saltarse la poda de verano en favor de pedir a los equipos de raleo que arranquen los brotes grandes que tapan la luz a medida que avanzan; y en los bloques maduros, reducir el fertilizante que sólo fomenta el crecimiento de la parte superior de los árboles y la sombra.

Según los panelistas, las leyes de las horas extras es el principal problema para el 2024.

“Estamos sometidos a una gran presión por parte del departamento de ventas para que produzcamos la fruta adecuada, del tamaño adecuado y de la calidad adecuada. Si llega el viernes y los chicos ya han trabajado sus 40 horas, pero las manzanas Honeycrisps tienen que recogerse hoy…”. Si esperas otras 48 horas para cortarlas, no estás cumpliendo el objetivo”, afirmo Tweedy.

Dado lo que cuesta contratar a los trabajadores H-2A, merece la pena calcular dónde está el equilibrio entre traer más trabajadores y pagar algunas horas extraordinarias, añadió.

Para terminar, Matson, el moderador, preguntó a los panelistas qué plantarían en el 2024. 

“Si supiera la respuesta a eso, no tendríamos cientos de acres de terreno sin plantar”, dijo Oliver.

por Kate Prengaman

Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.