Este artículo apareció originalmente en la edición de septiembre de 2019 de la revista Good Fruit Grower: Pear industry ripe for a rescue
Por mucho tiempo se ha dicho en la industria frutífera del noroeste que uno planta peras para sus herederos.
Pero en la actualidad, esto ya no es tan cierto para los agricultores jóvenes. La caída de los precios y el estancamiento de la demanda interna hacen que sea difícil sentirse seguro al invertir en huertos para el futuro.
“Como productores, ¿cuánto tiempo nos podemos permitir estar aquí?”, preguntó Yesenia Sánchez Oates, que cultiva con su marido en Hood River, Oregón. Cuesta 240 dólares cultivar un contenedor de peras Anjou de calidad y se vende en 180 dólares. ¿Cuántos años podemos seguir perdiendo todo este dinero?”
Sánchez Oates fue uno de los muchos productores que se pronunciaron en la reunión anual de la agencia de mercadotecnia Pear Bureau Northwest en mayo, instando a los miembros de las juntas directivas y a los líderes de la industria a hacer cambios para asegurar que todas las peras enviadas a los consumidores del país cumplan con los estándares de calidad. La gran cantidad de peras que no maduran lo suficientemente pronto, o en absoluto, les han quitado el ánimo a los consumidores de volver a comprar más.
No es un nuevo tema de conversación para la industria de las peras, pero la urgencia está aumentando. El debate en la reunión anual reveló que existe un amplio consenso sobre los problemas, pero algunas de las soluciones propuestas, incluida la idea de cambiar el orden de comercialización para que se autorregule, siguen siendo controvertidas.
“Ciertamente existe un sentido de urgencia. Los precios en el último par de años de los cultivos que históricamente tienen un bajo rendimiento no son sostenibles”, indicó Ed Weathers, presidente del empacador de peras Duckwall Fruit, y oficial del Comité de Peras Frescas de Pear Bureau Northwest. “Nos hemos hecho daño a nosotros mismos con el mal uso del 1-MCP y estamos siendo desplazados por una plétora de otros artículos que están en los estantes listos para comer. Todas estas cosas han convergido hasta que hemos llegado a un punto donde el nivel de precios es insostenible”.
Weathers participó en un grupo de trabajo de la industria convocado el año pasado para discutir la confluencia de los problemas críticos que enfrenta el mercado nacional de peras frescas. El grupo compartió hallazgos sobre el 1-MCP (1-metilciclopropeno), la maduración artificial, el empaque y los posibles cambios a la orden de comercialización en la reunión de mayo realizada en Portland, Oregón.
Rescatar la categoría de peras de su trayectoria actual es una propuesta compleja que probablemente requiera cambios en las prácticas de cultivo, manejo poscosecha y comercialización. Pero hay señales de avances positivos, como las inversiones de los consignadores en nuevas capacidades de acondicionamiento, la decisión por parte de algunos de los principales minoristas en insistir en peras acondicionadas y una nueva campaña de marketing de USAPears que promueve a la Anjou madurada artificialmente como la “nueva variedad” en la categoría de peras.
“Pensé que realmente la Anjou madura como la nueva variedad era brillante. La producción de peras y las variedades de pera no han cambiado, tardan en entrar en producción y hay mucha renuencia al cambio”, señaló Weathers, agregando que la industria necesita trabajar con lo que está en el suelo ahora. “El mensaje de la Anjou madura es bueno porque realmente se trata de proporcionar a los clientes una mejor experiencia”.
Peras problemáticas
Es difícil superar a una pera perfectamente madura. También es difícil encontrar una.
“Soy productor de peras e incluso a mí me cuesta trabajo escoger peras en la tienda de comestibles”, afirmó Russell Dichter, un productor de peras de Hood River. “Todos los productores se afectan si los consumidores se decepcionan al morder una pera”.
Los consumidores quieren una pera que puedan comer de uno a tres días después de su compra, indicó Kevin Moffitt, presidente y CEO de Pear Bureau Northwest.
“Las peras tienen un maravilloso perfil de sabor que puede distinguirlas, pero una gran cantidad de fruta se envía bastante verde, llega verde y los consumidores las pasan por alto porque no están listas para comer o se las comen antes de tener todo su sabor”, aclaró. “Los consumidores no quieren tomar riesgos en cuanto a la madurez”.
Esas peras inmaduras son el resultado de varios problemas: el mal uso del 1‑MCP para preservar la fruta de temporada tardía, el cual causa el retraso prolongado de la maduración o la detiene por completo; la falta de acondicionamiento, y las peras Anjou que se comercializan demasiado pronto, antes de que hayan tenido el tiempo de almacenamiento en frío necesario para activar su proceso de maduración.
La fruta produce la hormona etileno, la cual impulsa la maduración. Para extender la temporada de almacenamiento, muchos empacadores de fruta de pepita han recurrido al 1-MCP, que es muy similar al etileno y bloquea sus receptores para suprimir temporalmente del proceso de maduración.
Ha funcionado bien para las manzanas y se han desarrollado amplias recomendaciones y protocolos para su uso durante los últimos 16 años. Pero en las peras, las cuales necesitan reiniciar el proceso de maduración, ha sido mucho más difícil obtener resultados ideales.
La industria ha hecho cambios significativos en los últimos años al reconocer los riesgos de la aplicación excesiva y reducir su uso en el mercado nacional, aclaró Ray Schmitten, un productor y horticultor de Blue Star Growers por muchos años, que ha estado recopilando datos sobre el uso del 1-MCP en la industria de la pera para el grupo de trabajo.
“Era evidente que el 1-MCP era un factor y muchos almacenes desaceleraron o dejaron de usarlo por completo”, subrayó. “Felicito a los almacenes que han eliminado el 1-MCP y respaldo a los almacenes que están aprendiendo cómo funciona y están reduciendo su uso”.
Para extender la temporada de peras sin depender del 1-MCP se necesitaron hacer cambios para realmente establecer estrictos procedimientos de almacenamiento en frío, pero estos dieron frutos en términos de calidad, señaló Mike Parrish, un miembro del grupo de trabajo que también representa a Stemilt Growers en el Comité de Peras Frescas de la agencia.
La mejoría debe centrarse en las peras de temporada temprana y tardía, dijo. Es muy fácil enviar peras maduras y sabrosas en febrero, marzo y abril.
“Si tenemos 15 por ciento inicial y 15 por ciento final que no van a ser muy buenas, eso representa un tercio”, dijo Parrish. “Para mí, eso es una oportunidad para la industria de las peras: mejorar”.
Los productores también tienen un papel que desempeñar, ya que en términos de madurez, la fruta producida por árboles grandes y viejos tiende a ser más inconsistente que la fruta producida en un dosel fructífero de tipo pared más uniforme pero, con precios bajos, es difícil darse el lujo de recoger en múltiples pasadas o invertir en nuevas plantaciones.
“Como productores, necesitamos modernizar nuestros huertos”, dijo Dichter, tanto por motivos de calidad de la fruta como de mano de obra. “Los agricultores con mucha experiencia dicen que siempre ha funcionado, así que por qué cambiar, pero supongo que soy un agricultor joven y tengo que mirar al futuro porque realmente estamos tocando fondo”.
Todo eso es cierto, pero la principal prioridad de la industria debería ser mejorar el mercado de los árboles ya sembrados, dijo Schmitten, y reducir los costos de la mano de obra y del control de plagas.
“Realmente vamos a tener que mejorar nuestro producto para el consumidor. Eso significa peras maduras, peras en rodajas, lo que sea”, dijo. La producción prevista para el noroeste de más de 9.5 millones de cajas de Anjou está lista para mejorar. “Hemos vendido muchas peras verdes y duras. Se puede mejorar de muchas formas para que un consumidor disfrute de una pera madura, dulce y jugosa”.
Madura y lista
Aquí es donde entra el acondicionamiento. Ciertamente, el concepto no es nuevo, pero los empacadores y los minoristas han iniciado un impulso renovado para que el acondicionamiento les proporcione a los consumidores una fruta de mejor calidad que los incite a comprar más.
“La idea de realzar completamente el sabor es una manera en la que las peras podrían competir”, dijo Moffitt. Él lo ha promovido durante años, animando a los minoristas a adoptar planes de acondicionamiento de peras junto con plátanos y aguacates, pero algunos consignadores se han mostrado reacios a invertir en una mayor capacidad de acondicionamiento hasta que los clientes lo pidieran.
Eso está cambiando en este año. Pear Bureau Northwest está publicitando “la Anjou madura es la nueva variedad de pera” para impulsar el tema del acondicionamiento entre consignadores y clientes por igual.
Algunos minoristas importantes también han optado por comprar solo fruta acondicionada este año y planean conservar muestras de retención para verificar que cada lote de fruta madure en el plazo esperado. Esos minoristas también planean compartir datos con los consignadores, los cuales se espera que demuestren que el acondicionamiento rinde beneficios en términos de la demanda de los consumidores.
“Hemos estado hablando tanto de ello, pero creo que si empezamos a medirlo, entonces sí que empezaremos a mejorarlo”, dijo Parrish.
Las peras suelen comenzar a madurar de acuerdo con su propio reloj interno después de un período de almacenamiento en frío, pero el acondicionamiento con etileno en una habitación tibia puede desencadenar el inicio de ese proceso de manera más uniforme en un lote de fruta completo. La fruta se enfría de nuevo para el envío, lista para madurar en tan solo unos días cuando llegue a un estante tibio en una tienda o en el gabinete de una cocina.
Funciona bien, especialmente con la nueva tecnología para calibrar el proceso, pero queda mucho por hacer para ampliar la capacidad de acondicionamiento de la industria al nivel que muchos creen que es necesario.
Un problema es la falta de inversión financiera en la capacidad de acondicionamiento de última generación y otro es que el empaque típico de cajas de cartón para las peras del noroeste carece de un buen flujo de aire para que funcione el acondicionamiento. Cambiar a un empaque en charolas, y trabajar con los minoristas para que lo acepten, tendría un gran impacto. El tiempo que se tarda en acondicionar también puede crear desafíos logísticos en cuanto a los pedidos de última hora.
En la reunión de mayo, algunos expresaron su preocupación por el hecho de que la industria se estaba adelantando, promoviendo peras maduras sin la capacidad suficiente para proporcionarlas. Moffitt indicó que es realista esperar que entre 40 y 50 por ciento de las peras Anjou se acondicionen en los próximos años, pero no va a suceder de la noche a la mañana.
“Tengo mis dudas de que tengamos la capacidad de hacerlo todo este año, pero esperamos con optimismo que como industria sigamos invirtiendo dinero para hacerlo realidad”, dijo Weathers.
A medida que la industria se pone al día, también crece la cooperación entre los empacadores que tienen más capacidad para el acondicionamiento de fruta con otros que lo necesitan, señaló Schmitten. Ese tipo de cooperación de la industria basada en la maduración y calidad de la fruta, no en la competencia, va a ser fundamental para el futuro de las peras, según muchas de las fuentes de esta historia.
Autorregulación
Incluso el acondicionamiento de primera categoría no puede madurar las Anjou de forma fiable durante las primeras semanas después de la cosecha. Necesitan al menos un mes de almacenamiento en frío para adaptarse después de la cosecha, antes de que puedan madurar bien.
Por tal motivo, algunos productores pidieron cambiar el orden de comercialización de la industria para evitar las ventas de peras Anjou a principios de temporada. Es una idea polémica porque a los consignadores no les gusta la idea de restringir sus opciones cuando ya tienen un exceso de oferta para comercializar.
Desde el punto de vista de la calidad de la fruta, el otoño es la temporada para comercializar las peras Bartlett, no las Anjou, pero a menudo, las tiendas de comestibles quieren exhibir una variedad de productos.
“Cuando se tienen buenas peras Bartlett, ¿por qué arriesgarse con las Anjou cuestionables? Salgamos bien con las Bartlett y hagamos que las Anjou se aprovechen de eso”, instó Parrish. “Tenemos que trabajar con nuestros minoristas para desactivar el gatillo de las Anjou y cambiarles esa mentalidad”.
Trabajar con los minoristas para hacer el cambio en lugar de regular a través del orden de comercialización fue la preferencia de algunos miembros de la junta, aunque varios también reconocieron que la actitud de “dejar que el mercado se encargue” es lo que ha llevado a la situación actual de las peras.
“Lo que hemos mostrado como industria es que no tenemos mucho autocontrol. Todos estamos de acuerdo que estamos haciéndolo mal, pero no lo podemos controlar, así que establezcamos algunas reglas para controlarnos”, dijo Weathers, agregando que como partidario del libre mercado, la idea todavía le incomoda. “No creo que vaya a remediar todos los males, pero si nuestro objetivo es proporcionarles a nuestros clientes una mejor experiencia al comer, entonces es tan digno como la reducción de la mala utilización del 1-MCP”.
No se tomaron decisiones en la reunión de mayo, pero Weathers dijo que planea continuar las discusiones en el otoño para que se puedan tomar decisiones el próximo año.
“Todo esto está llegando bastante rápido, pero no queremos tomar una decisión sobre el orden de comercialización sin la debida diligencia”, declaró Don Gibson, presidente de la empresa Mr. Adams Orchards Corp. y miembro del consejo de Pear Bureau Northwest, en la reunión de mayo. “Siento que queremos votar por algo porque estamos desesperados, pero tenemos que hacerlo bien”.
—por Kate Prengaman