En noviembre del año pasado en Hood River, Oregón, Jeremiah Hart, a la izquierda, y Jesús Padilla construyen nuevas escaleras en Tallman Ladders. Mientras la industria frutícola se mecaniza y se automatiza, unas pocas empresas de EE. UU. siguen construyendo miles de escaleras cada año, la mayoría a mano. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
En noviembre del año pasado en Hood River, Oregón, Jeremiah Hart, a la izquierda, y Jesús Padilla construyen nuevas escaleras en Tallman Ladders. Mientras la industria frutícola se mecaniza y se automatiza, unas pocas empresas de EE. UU. siguen construyendo miles de escaleras cada año, la mayoría a mano. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

Richard Shenyer se enteró de la desaparición de su empresa en los años noventa.

Un representante de una empresa frutícola le dijo que los árboles enanos, las espalderas y las plataformas harían innecesarias sus escaleras trípode para huertas.

“Recuerdo que entró y me dijo: ‘Chico, les vamos a dejar sin negocio, todo se va a cortar desde el suelo’”, contó Shenyer, el propietario de Grandview Ladders, en el valle de Yakima, Washington. “Y recuerdo que aquello me alarmó. Pero, por supuesto, no llegó a materializarse”.

El año pasado, Shenyer tuvo que parar de reparar escaleras para seguir el ritmo de los nuevos pedidos, y esta primavera debía mudarse a un nuevo taller.

El negocio sigue siendo bastante bueno para Grandview Ladders y el puñado de otras empresas estadounidenses que fabrican escaleras para la industria de los árboles frutales, a pesar de las nefastas previsiones que han escuchado durante décadas. Good Fruit Grower entrevistó a seis negocios de la fabricación de escaleras en todo el país para conocer el estado de la tecnología original de las huertas. Las escaleras se han acortado, pero las ventas se han mantenido relativamente estables. La mayoría de las empresas han realizado recientemente inversiones de capital en herramientas de precisión y espacio en sus talleres.

Richard Shenyer, propietario de Grandview Ladders en Washington, da forma y monta a mano los soportes superiores. La demanda de escaleras se ha mantenido estable a pesar del creciente uso de plataformas en los últimos 20 años, dijo. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
Richard Shenyer, propietario de Grandview Ladders en Washington, da forma y monta a mano los soportes superiores. La demanda de escaleras se ha mantenido estable a pesar del creciente uso de plataformas en los últimos 20 años, dijo. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

“Hasta que dominen el arte de la levitación, siempre habrá necesidad de algunas escaleras”, bromeó Greg Panella, propietario y miembro de la tercera generación de Stokes Ladders en Kelseyville, California.

Los cultivadores están de acuerdo. 

Por un lado, no todos los árboles son lo suficientemente planos como para acomodar las plataformas, y no todos los cultivadores tienen la escala para presupuestarlas.

“(No podemos) compensar el coste de la plataforma, simplemente no tenemos la superficie necesaria”, dijo Eladio Gonzales, encargado de las dos huertas de G.S. Long Co. en Naches y Cowiche, Washington, que son de unos 25 acres cada una.

Las eficiencias de las plataformas tampoco se manifiestan siempre de manera uniforme. Causan desequilibrios de velocidad entre los trabajadores, a veces inflando las ganancias a destajo impuestas por el gobierno federal para los trabajadores más rápidos más allá de lo que es cómodo para sus empleadores, dijo Dan Plath, presidente de operaciones de las huertas de Washington Fruit and Produce Co. en Yakima, uno de los mayores productores verticalmente integrados del estado.

Washington Fruit utiliza plataformas para la poda y el raleo, pero todavía está tratando de hacer que funcionen para la cosecha, dijo.

“A todos nos parece obvio”, dijo Plath. “Pero en la práctica no ha sido así”.

Las escaleras de huerta sufren daños. Rich Shenyer, propietario de Grandview Ladders, en el valle de Yakima, Washington, tiene problemas para atender las reparaciones y a la vez los pedidos de nuevas escaleras. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
Las escaleras de huerta sufren daños. Rich Shenyer, propietario de Grandview Ladders, en el valle de Yakima, Washington, tiene problemas para atender las reparaciones y a la vez los pedidos de nuevas escaleras. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

Las escaleras de huerta son un pequeño segmento del mercado total de escaleras, dijo Michael Van Bree, vicepresidente del grupo comercial American Ladder Institute.

Las empresas de escaleras de huerta producen unas 12,000 escaleras al año. Las empresas más grandes del sector de escaleras, que no suelen fabricar escaleras de huerta, venden 10 o incluso 100 veces más que esas, dijo Van Bree, también director de seguridad de productos e ingeniería de Louisville Ladder en Kentucky.

Históricamente, las escaleras fueron fabricadas en industrias regionales, en parte porque no se transportan fácilmente. Las escaleras de huerta, la mayoría fabricada por familias en el sector de la fruta de árbol, son aún más difíciles de transportar porque se ensanchan en la parte inferior. Los fabricantes lo han superado para satisfacer la demanda y ahora las distribuyen por todo el mundo a través de los concesionarios, pero tienden a quedarse con la clientela que conocen.

Elías Núñez, de Grandview Ladders, taladra un remache para sustituir un tramo de riel lateral doblada. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
Elías Núñez, de Grandview Ladders, taladra un remache para sustituir un tramo de riel lateral doblada. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

Trabajo manual

Al igual que la industria a la que sirve, la construcción de escaleras involucra herramientas mecanizadas, pero aún requiere mucho trabajo manual.

Tallman Ladders de Hood River, Oregón, tiene nuevas sierras y un nuevo punzón neumático para los rieles laterales, pero todavía doblan sus propios soportes y fijan sus propios remaches en plantillas y mesas que ellos mismos construyeron.

“Llevamos mucho tiempo haciéndolo así”, dice Brenda Tallman-Kaiser, vicepresidenta y miembro de la tercera generación de propietarios de la empresa.

Bajo la atenta mirada de la mascota de Tallman, el encargado David Stolhand construye los tirantes superiores de las escaleras de huerta. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
Bajo la atenta mirada de la mascota de Tallman, el encargado David Stolhand construye los tirantes superiores de las escaleras de huerta. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

El año pasado se reunió con representantes de una empresa de automatización de Oregón, pero se preguntó si el robot propuesto podría fijar con precisión un peldaño a una barandilla lateral. Además, el coste parecía prohibitivo.

La empresa suele emplear a unos ocho trabajadores a jornada completa y también a algunos trabajadores a los que se paga por escalera, previa formación.

El abuelo de Tallman-Kaiser, el productor de fruta Bob Tallman, puso en marcha el negocio en el año 1954. En pocos años, se había extendido a todo el Noroeste, a otras partes del país e incluso al extranjero. En la actualidad, escaleras vendidas en el valle de Hood River sólo representa el 5% de las ventas de la empresa.

En marzo de este año Brad Nieman, en su negocio Dependable Ladder en Yakima, Washington, fija remaches en una nueva escalera de 3 metros. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
En marzo de este año Brad Nieman, en su negocio Dependable Ladder en Yakima, Washington, fija remaches en una nueva escalera de 3 metros. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

Dependable Ladder, de Yakima, ha registrado un ligero descenso de los pedidos de escaleras a lo largo de los años, pero no ha experimentado el fin de la demanda que algunos predijeron, afirmó Brad Nieman, que en 2003 se hizo cargo del negocio de su padre, Bryce, un productor que compró la empresa en el 1991.

Hoy en día, Brad pasa más tiempo reparando escaleras viejas que construyendo nuevas. Pero los pedidos para nuevas escaleras han aumentado en los últimos cinco años, un reflejo de la consolidación en el negocio de las huertas, dijo.

La empresa Baldwin Apple Ladders de Maine sólo fabrica escaleras de madera y produce unas 1,000 al año.

El aluminio es costoso y resbaladizo, dijo su fundador, Peter Baldwin, que creció en una huerta de Nueva York. También considera que la madera tratada es más resistente. Baldwin y sus socios jóvenes pasan los meses del invierno recogiendo y secando madera: álamo para los travesaños rectangulares y fresno para los peldaños.

Su negocio representa un nicho dentro de un nicho y se ha reducido aproximadamente un 10% desde su apogeo en la década de los años 90, dijo.

En el 2003 Bryce Nieman, a la derecha, traspasó el negocio Dependable Ladder a su hijo Brad. Aquí se les ve con un trabajo de reparación, que es la mayor parte del negocio de Dependable. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
En el 2003 Bryce Nieman, a la derecha, traspasó el negocio Dependable Ladder a su hijo Brad. Aquí se les ve con un trabajo de reparación, que es la mayor parte del negocio de Dependable. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

California 

En California, donde los contratistas de mano de obra compran miles de escaleras para las huertas, las líderes son las empresas Stokes y Strathmore Ladder, que comparten raíces con Grandview Ladders en Washington.

La empresa Stokes fue fundada en el 1966 por Russ Stokes, ingeniero y productor de peras de la Costa Norte de California. Empezó vendiendo sus peras a los vecinos, pero se expandió a lo largo de los años 70, concediendo la licencia de su diseño de escaleras a Strathmore, cerca de Tulare, California, y estableciendo el taller que acabaría llamándose Grandview Ladders. 

En la actualidad, el nieto de Stokes, Greg Panella, es el propietario del negocio de Kelseyville, California. 

Las ventas de escaleras en el sector de la agricultura se han ralentizado un poco con los años, dijo Panella, pero se ha diversificado a otros tipos de escaleras, incluidas las escaleras rodantes para uso en las bodegas. La empresa fabrica unas 10,000 escaleras para huertas al año, y las envía a huertas en los EE. UU., Chile, Arabia Saudí entre otros países.

En cuanto a Strathmore, ahora tienen su propio diseño de escalera. El propietario, Garry Wilson, ha realizado inversiones personales de capital en el área que se necesita para la producción de sus escaleras y las sierras automatizadas. También mantiene trabajadores durante todo el año en lugar de contratarlos solo para la temporada, para reducir el coste de la formación.

Wilson reconoce los altibajos que siguen los ciclos económicos de la agricultura, pero no echa la culpa a las plataformas. Se ha orientado más hacia la fruta cítrica, donde los productores utilizan las plataformas sobre todo para la cosecha, dijo. La industria de la fruta de hueso del sur del Valle Central utiliza las escaleras para la poda, el raleo y la cosecha, lo que provoca un mayor desgaste y, por lo tanto, una mayor necesidad de los reemplazos.

Las cosechadoras robotizadas ya han empezado a probarse en las huertas de fruta de hueso en California, pero por ahora, Wilson no le da mucha importancia.

“Eso será un problema para la próxima generación”, dijo.


Advertencias sobre la seguridad de las escaleras

Las caídas de escaleras encabezan la lista de lesiones de las huertas, pero hay que mirarlas más de cerca.

La creencia general es que las plataformas son más seguras que las escaleras.

“El objeto más lesivo de nuestro programa es la escalera”, afirmó Jeff Lütz, director de seguridad de la Oficina Agrícola de Washington (Washington Farm Bureau).

Pero cuando se profundiza en los datos, es difícil demostrar la teoría de que retirar las escaleras y sustituirlas por plataformas reduciría las lesiones.

En las huertas de Washington se producen más de 800 caídas de escaleras al año, según el Departamento de Trabajo e Industrias (Department of Labor and Industries, L&I) del estado, lo que se supone que representa una de cada cuatro demandas por lesiones entre los años 2012 y 2021. Es, con diferencia, la mayor fuente de reclamaciones.

Sin embargo, estas estadísticas tienen sus salvedades, según Todd Schoonover, director de investigación en higiene industrial de L&I.

“Hay una categoría para las caídas desde las escaleras”, dijo Schoonover. Pero, “No hay una categoría para caídas desde las plataformas”.

Cada informe de demanda de L&I contiene un texto narrativo que puede o no contener la palabra “plataforma”. Por ejemplo, un investigador o un médico podría informar de una caída desde un “andamio” como sinónimo de plataforma, mientras que las plataformas en sí suelen tener escaleras.

Dan Plath, presidente de Washington Fruit and Produce Co. en Yakima, afirmó que, aunque los informes de reclamaciones contabilizaran las caídas desde las plataformas, habría que compararlas con las horas de uso de las plataformas. Las lesiones por escaleras podrían ser más frecuentes que las sufridas por plataformas sólo porque las escaleras son más comunes, dijo.

Ansiosos por reducir todo tipo de lesión, los fabricantes de las escaleras para uso en las huertas buscan un papel más activo en la formación y las normas de seguridad.

Brenda Tallman-Kaiser, de Tallman Ladders en Hood River, Oregón, se ha ofrecido a ayudar a los horticultores y a los grupos del sector en la formación del uso seguro de las escaleras. Por ejemplo, sus calcomanías de seguridad para escaleras advierten a los usuarios a mantener el centro de su cuerpo ubicado entre los rieles de la escalera para prevenir vuelcos, lo cual es una de las causas más comunes de caídas de las escaleras.

Los productores de fruta de árbol y los grupos del sector llevan décadas impartiendo formación sobre las escaleras. Algunos estados, como Washington, Oregón y California, exigen formación en seguridad con escaleras.

En el año 2022, en respuesta a las peticiones de los productores de una versión moderna de la formación, la Asociación de Fruta de Árbol del Estado de Washington (Washington State Tree Fruit Association, WSTFA) estrenó un vídeo gratuito titulado Above the Trees (Por encima de los árboles), que trata sobre el uso seguro de las escaleras. Certificado y subvencionado por L&I, el video está disponible en inglés y español. Incluye consejos sobre cómo inspeccionar las escaleras en busca de piezas rotas, mantener tres puntos de contacto corporal siempre y no bajar de un salto para ganar tiempo.

Cubre también la seguridad de la plataforma.

Greg Panella, propietario de la empresa Stokes Ladders, en Kelseyville, California, habló recientemente sobre la representación de los fabricantes de escaleras para las huertas con el Instituto Americano de la Escalera, (American Ladder Institute), una organización comercial basada en Chicago que ayuda a redactar las normas de seguridad del Instituto Nacional Estadounidense de Estándares (American National Standards Institute). Actualmente, esa lista incluye categorías para las escaleras portátiles de madera, las del aluminio y las de fibra de vidrio, pero no se abordan las escaleras trípode.

El objetivo es mantener a todo el mundo más seguro, pero implicarse también podría ayudar a frenar la escalada de los costes de los seguros, dijo Panella.

Según Panella, en las reclamaciones por accidente suelen figurar como demandados los fabricantes de las escaleras. Incluso las acusaciones dudosas hacen subir las cuotas cuando ambos partes deciden llegar a un acuerdo.

“Se está convirtiendo en una posición insostenible”, dijo.

Peter Baldwin, de Baldwin Apple Ladders, en Maine, recuerda que en los años 80 pagaba USD $600 al año por el seguro. Hoy, paga $25,000.

“Somos una empresa pequeña y es abrumador”, dijo.

Michael Van Bree, el vicepresidente del Instituto Americano de la Escalera (American Ladder Institute), ha investigado miles de accidentes con todo tipo de escaleras en todo tipo de lugares de trabajo incluidas las huertas. Casi siempre la causa es un error del usuario, no un fallo de la escalera afirmó. Hay ocasiones en las que a una escalera le falta un remache o tiene una junta de soldadura torpe, pero “eso ocurre muy raramente”, dijo.

por Ross Courtney

Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.