Actores dramatizan una escena incómoda en una huerta en una captura de pantalla del vídeo de ¡Basta!, un programa de capacitación para la prevención del acoso sexual de la Universidad de Washington. El subtítulo captado en la captura de pantalla significa, "En su mente él cree que tiene toda la libertad (de hacer lo que quiera)”. (Cortesía del Pacific Northwest Agricultural Safety and Health Center)
Actores dramatizan una escena incómoda en una huerta en una captura de pantalla del vídeo de ¡Basta!, un programa de capacitación para la prevención del acoso sexual de la Universidad de Washington. El subtítulo captado en la captura de pantalla significa, “En su mente él cree que tiene toda la libertad (de hacer lo que quiera)”. (Cortesía del Pacific Northwest Agricultural Safety and Health Center)

Esta primavera, unos grupos de empleo agrícola están haciendo un nuevo esfuerzo para que las empresas utilicen un programa de formación diseñado para prevenir el acoso sexual en los cultivos especializados de Washington.

Se llama “¡Basta! Prevenga el acoso sexual en la agricultura”.

El paquete de entrenamiento, con recursos disponibles en español e inglés, presenta vídeos dramatizados ambientados en las huertas, entre escaleras y contenedores, que los trabajadores y supervisores agrícolas de Washington reconocerán.

El paquete de entrenamiento, que también incluye guías de capacitación y modelos de políticas, fue lanzado en el 2019 por el Centro de Seguridad y Salud Agrícola del Pacífico Noroeste, (Pacific Northwest Agricultural Safety and Health o PNASH, por sus siglas en ingles) de la Universidad de Washington. Esta primavera, PNASH otorgó USD 7,500 dólares a una asociación de empleadores agrícolas para ayudar a difundir el plan de estudios.

“Queremos que la actividad sea más apoyada en la industria”, dijo Michael Gempler, director ejecutivo de Washington Growers League, una organización sin fines de lucro de empleo agrícola con sede en Yakima.

Él imagina distribuir cientos de unidades de memoria USB a empresas agrícolas de todo el estado.

Gempler también espera animar a los empresarios que ya utilizan la capacitación, a que la empleen con más regularidad. El tema debe abordarse más de una vez.

“Cambiar el comportamiento humano es difícil”, afirmó.

La nueva financiación también servirá para crear un contenido adicional, en concreto, un nuevo vídeo de “formación para los adiestradores” y otro sobre la responsabilidad civil, los derechos y las obligaciones legales, explicó Jody Early, catedrática de enfermería y estudios sanitarios de la UW e investigadora principal de ¡Basta!

El desarrollo del plan de estudios se vio impulsado por el movimiento #MeToo, según Early, así como por algunas investigaciones sobre acoso sexual llevadas a cabo por la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (Equal Employment Opportunity Commission) en empresas frutícolas de Washington Central a principios de la década del 2010. Muchas empresas y organizaciones ayudaron a organizarlo y, lo que es más importante, los propios trabajadores también participaron.

“Los trabajadores agrícolas lo pedían desde el principio”, dijo Early.

La empresa Kershaw Cos., con base en Yakima, lleva varios años utilizando el programa de formación, explicó Chafeka Abdellatif, directora de recursos humanos.

El entorno y el lenguaje de los vídeos ayudan a que un “tema delicado” tenga eco entre los empleados de las huertas, que a veces trabajan lejos de la oficina central, explicó Abdellatif.

“Es una gran herramienta para el sector”, afirmó. “Es importante que se aborde el acoso sexual”.

Para solicitar a PNASH un paquete de entrenamiento gratuito de ¡Basta!, visite: https://deohs.washington.edu/pnash/basta-toolkit.

por Ross Courtney

Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.


G.S. Long y wafla ofrecen orientación sobre cómo reportar el acoso

La industria frutícola quiere capacitar a los trabajadores para que denuncien las agresiones sexuales en el trabajo.

Todos tenemos el derecho de sentirnos seguros en el lugar de trabajo. Con el fin de prevenir el acoso sexual en las huertas de Washington, el sector de los árboles frutales recién ofreció cursos de formación para autorizar a los trabajadores a denunciar ante las autoridades en el caso de experimentar acoso sexual o si son testigos de ello.

Dos representantes de wafla, una asociación agrícola, condujeron unas sesiones sobre el liderazgo ofrecidos en español, durante las cuales trataron el tema de prevenir el acoso y la discriminación, el cual formaba parte de las sesiones de invierno (Winter AG Academy) de G.S. Long, una empresa de consultoría y suministros agrícolas, que ofrece muchos programas de capacitación continua.

Las sesiones se imparten en varias ciudades del este del estado de Washington y son anuales. Esta vez hubo tres reuniones simultáneas, que fueron las siguientes: La primera fue conducida por el Departamento de Agricultura del Estado de Washington que impartió formación sobre la Norma Federal de Protección de los Trabajadores (Federal Worker Protection Standard). La segunda reunión fue impartida en inglés sobre la legislación laboral agrícola y en la tercera hablaron sobre el desarrollo del liderazgo. Estas dos últimas fueron impartidas por wafla, una asociación agrícola sin ánimo de lucro especializada en recursos humanos y los visados H-2A. Good Fruit Grower asistió a las sesiones del invierno en Kennewick el 1 de febrero.

Durante una sesión de la reunión del desarrollo del liderazgo, Roxana Macías, gerente de comunidad y personal de wafla, y Renson Miranda, un director regional del personal de campo, enseñaron a los asistentes sobre cómo reconocer el acoso sexual, cómo apoyar a las compañeras que son víctimas del acoso, e incluso a veces los compañeros de trabajo que acaban siendo afectados por la conducta acosadora de otra persona y también cómo denunciar a los agresores.

Renson Miranda
Renson Miranda

¿Qué quiere decir acoso? No es fácil contestar esta pregunta, dijo Miranda, explicando que el contacto físico no deseado o comentarios inapropiados, junto con cualquier intento de humillar, intimidar o amenazar, pueden crear un entorno de trabajo hostil. “El trato de seducir no deseado o los piropos incesantes también se pueden entender como acoso”, afirmó.

“Tenemos que enfrentar el hecho de que es muy difícil denunciar el acoso sexual”, dijo Miranda, “pero si no hablamos de ello, nunca vamos a detenerlo”. 

Durante la presentación, los asistentes pudieron enviar anónimamente por mensajes de texto preguntas sobre el acoso. Un tercer conductor interrumpía a los oradores de vez en cuando para leer las preguntas en voz alta. También vieron un vídeo de capacitación elaborado por la Universidad de Washington como parte de su premiado plan de estudios que se llama ¡Basta!, cuyo objetivo es prevenir el acoso sexual en la agricultura.

Cualquier trabajador o trabajadora agrícola quien sufra el acoso debe seguir los siguientes pasos, recomendó Miranda.
-Sin dejar lugar de duda di que “¡No!” al acosador. 
-Compartir lo que te ha ocurrido con una persona de confianza.
-Apuntar exactamente lo que te sucedió, incluyendo el día y la hora, el lugar y quien estaba presente.
-Denunciar la conducta acosadora al supervisor. Si resulta que no te toma en serio, o en el caso de que tu supervisor sea el agresor, vete inmediatamente a la oficina de recursos humanos de tu empresa.

Roxana Macías
Roxana Macías

“No permitas que nadie te haga sentir que no vale la pena denunciar el hecho. El acoso sexual en el trabajo es una violación a los derechos humanos básicos”, dijo Macias.

También puede ser difícil saber qué hacer si un compañero o compañera de trabajo te cuente que acaba de experimentar acoso sexual en el trabajo. “No tienes que decidir si es cierto o no”, dijo Macias. “Esa decisión no es tu responsabilidad”. Sino la de apoyar a tu amigo o amiga y ayúdale a denunciar el incidente, aconsejó.

Cualquier empleado que sea testigo del abuso de poder o el acoso en el trabajo debe intervenir. “Aparte de que sea lo correcto”, dijo Macias, “es la ley”.

“Algunas personas piensan que el acoso sexual es aceptable, incluso que es gracioso”, dijo Miranda. Pero los compañeros y las compañeras de trabajo pueden negarse a participar en pláticas de mal gusto y los chistes ofensivos. “Podemos crear un lugar de trabajo respetuoso”, dijo. Debemos aprender como identificar los comentarios destructivos y hacer que se acaben. “¡Aquí, no!” se puede decir con firmeza, y cambiar la plática.

Según una página web del Centro de Salud y Seguridad Agrícola del Noroeste del Pacífico de la Universidad de Washington (Pacific Northwest Agricultural Safety and Health Center at the University of Washington), “Estudios recientes estiman que las trabajadoras agrícolas sufren acoso sexual en una proporción de 2 a 3 veces superior a la de otros sectores laborales. Muchas entidades agrícolas carecen de programas de formación y prevención adecuados para proteger a las trabajadoras.”

Este hecho es la motivación que quiere alcanzar las sesiones de formación de wafla para los trabajadores y las trabajadoras agrícolas, también para sus supervisores. Su mensaje es que todo el mundo debe ser consciente del entorno laboral, estar dispuesto a denunciar los abusos y trabajar para prevenir el acoso sexual.

“Los empresarios pueden dar a las personas que experimentan el acoso, las herramientas y recursos necesarios para denunciarlo”, afirmó Macías. “Debería haber una política de empresa que muestre claramente la cadena de mando” para que las víctimas sepan a quién acudir a continuación si se ignora su primer intento de denunciar el acoso.

“Puede que sea complicado denunciar el acoso, pero queremos que los perjudicados sean capacitados para hacerlo”, dijo Macías en una conversación posterior con Good Fruit Grower. “La ley está de su parte”.

por Jean Dibble