El control exitoso de la polilla de la manzana es el resultado de un esfuerzo combinado entre los productores y los consultores de plagas que unen muchas piezas del rompecabezas. Los líderes del Equipo de Trabajo de la Palomilla de la Manzana creen que entender el cuadro completo de cómo encajan e influyen mutuamente los diferentes aspectos del programa contra la palomilla de la manzana es crucial para los programas de manejo integrado de plagas. Esperamos que usar una estrategia como la de armar un rompecabezas ayude a nuestros lectores a ver cómo todo está relacionado.


Los productores de manzana de Washington han disfrutado de un periodo largo y estable de manejo integrado de plagas que ha resultado en un control de la plaga relativamente efectivo— la palomilla de la manzana — y han posibilitado el regreso de muchos de los enemigos naturales que controlan las plagas secundarias. 

Pero los productores hoy “no pueden dar por sentado el éxito que se ha logrado”, dijo Mike Doerr, un gerente de cuentas para Wilbur-Ellis y miembro del Equipo de Trabajo de la Palomilla de la Manzana que se estableció el año pasado para apoyar en mantener el éxito que han logrado. 

“El desarrollo de nuestros programas de manejo integrado de plagas (IPM, por sus siglas en inglés) se considera uno de los grandes logros en la agricultura”, dijo Doerr.  “Pero sin importar cuánto éxito hemos logrado en el pasado, es imprescindible mantener esa información relevante bajo las condiciones actuales”.

Las condiciones actuales son más complejas que nunca: más orgánicas, más pesticidas selectivos, más opciones para las trampas y cebos y dispensadores de feromonas.  No existe una receta maestra para todos cuando se trata de diseñar un programa, dijeron Byron Phillips y Rob Curtiss en su discurso virtual en febrero durante la Cumbre sobre la palomilla de la manzana.

“Veo el MIP (Manejo Integrado de Plagas) como una estrategia dirigida por datos, pero con tácticas específicas al sitio”, dijo Phillips, un gerente de cuentas clave en Wilbur-Ellis. Crear un programa comienza con un entendimiento del desarrollo basado en la temperatura, comenzando por establecer el biofix (el primer vuelo de la palomilla de la manzana en la primavera) usando tanto los modelos de la universidad WSU como el monitoreo con trampas en cada sitio para registrar la primera captura. 

Tomemos como ejemplo esta primavera: WSU predice el biofix, o punto biológico, a 175 grados día de la palomilla de la manzana, pero él vio la primera captura del 2022 en una trampa en el sureste de Washington, en Wallula, el 23 de abril a 206 grados día, unos 15 días después de que se registraron los 175. 

Esto sucedió después de una ola de frío a mediados de abril con nieve, lluvia y viento.

Es una “interesante ilustración de cómo influyen las temperaturas bajas tanto en la biología como en el comportamiento de la plaga”, dijo él en una entrevista sucesiva. 

Cuando se trata de monitorear con trampas, Phillips dijo que, por conveniencia, él ve a muchos productores colocando trampas solo en las esquinas de los bloques, pero este método puede ser engañoso. Él recomienda las trampas delta triangulares, usando una trampa por cada 5 acres. 

“Les apuesto que por lo general nuestra industria usa un promedio de una trampa para cada 15 o 20 acres, y creo que esto a veces nos mete en problemas”, dijo él.

Tanto Phillips como Curtiss mencionaron que el incremento de opciones para el cebo puede hacer que sea difícil entender cómo se relaciona la captura en trampas con la presión de plaga durante la temporada. (Y soltar insectos estériles puede resultar en que se inunden las trampas con capturas.) Phillips también dijo que le gusta usar unos cebos 1X para que le indiquen si tiene algunas brechas en la disrupción del apareamiento. 

“Creo firmemente que entre más puntos de origen tengan, más eficaz será la disrupción del apareamiento”, dijo él, tras mencionar que 400 por acre es la meta. Solo en bloques grandes con baja presión de plaga considera cambiar a dipensadores electrónicos de feromonas para ahorrar la mano de obra, y él mantiene una cantidad de 400 difusores de filamento plástico tipo “alambre” en los bordes de los bloques.

Phillips dijo que se necesita usar insecticidas para tener una disrupción del apareamiento exitosa pero no como la principal táctica de control. Las tácticas culturales de control (vea “Control Cultural”) también desempeñan un papel en mantener baja la presión de la plaga. Eso no ha cambiado desde que se inició la disrupción del apareamiento, pero los productos químicos sí.

Los insecticidas organofosforados “fueron eficaces en cualquier etapa del ciclo de vida, de modo que la elección de cuándo los usaban no era tan crucial”, dijo él.  Ahora, los productores tienen que considerar los efectos no deseados en los enemigos naturales de la plaga ya queayudan a controlar las plagas secundarias. 

“Algo que a mí me molesta … es el uso excesivo, o en mi opinión, cualquier uso de Lambda-cy”, dijo Phillips.  “Es extraordinariamente perturbador para el MIP. Me estremezco cuando veo cuánto estamos usando”.

Los productores y sus consultores de plagas también necesitan incluir el cuadro económico de cada bloque de la huerta, dijo él. El costo de las estrategias varía entre $85 por acre a $1,500 por acre, y los productores tienen diferentes niveles de recursos. “Esto me ayuda a usar mejor las estrategias disponibles”, dijo él. 

Curtiss habló sobre la estructura de un programa de aspersiones, que comienza con un ovicida residual mucho antes del biofix. Ese pesticida latente ofrece la mejor probabilidad de matar la mayoría de los huevos con una sola aplicación, dijo Curtiss, un investigador con doctorado en el Centro de Extensión e Investigación de Árboles Frutales de la Universidad Estatal de Washington en Wenatchee. Luego, seguimos con los larvicidas.

“Debido al corto tiempo en que se expone una larva, lo ideal sería usar un producto de acción rápida”, dijo él, rotando los modos de acción para prevenir que se desarrolle una resistencia al pesticida. 

Estas tácticas de control al principio de la temporada son cruciales al manejo integrado de plagas, dijo Curtiss, porque la disrupción del apareamiento es un juego de números. 

“La disrupción del apareamiento de la palomilla de manzana no puede controlar grandes poblaciones”, dijo él. “Necesita ser integrada con otras estrategias de control. Y la disrupción del apareamiento ayuda a mantener la eficacia de los insecticidas actuales”.

Por supuesto, un programa de aspersión es solo tan bueno como la calibración y operación del aspersor. Uno de los errores más comunes es aplicar el pesticida demasiado rápido, dijo Phillips. 

“Todo es importante, pero ir más despacio es lo más importante que veo que pudieran hacer los productores para mejorar el control de la palomilla de la manzana”, dijo él. 

—por Kate Prengaman