El mantenimiento de los pulverizadores es importante.
Cuando Gwen Hoheisel, especialista en extensión regional de la Universidad Estatal de Washington (WSU), habla de invertir en equipos para ahorrar dinero en la pulverización, no se refiere a sistemas de la visión por computadora, la tecnología inteligente o el lidar (tecnología sensorial óptica remota de distancias). Se refiere a nuevas boquillas, ventiladores que soplen como deben y medidores que se puedan leer. Los productores podrían ahorrar dinero al usar menos productos químicos simplemente actualizando sus boquillas, dijo en una jornada de campo celebrada en agosto del año pasado cerca de Prosser.
La tecnología actual ofrece más precisión que nunca en la pulverización. Smart Apply, un sistema inteligente de control de la pulverización que utiliza sensores lidar que detectan la presencia y la densidad de las canopias y a continuación activan electroválvulas de modulación de anchura de impulsos para ajustar las boquillas en función del tamaño y la presencia de vegetación. Muchos controladores comercialmente disponibles controlan el caudal del líquido pulverizado ajustando la presión para regular la velocidad y la cantidad de pulverización a medida que los tractores aceleran y desaceleran.
Pero incluso esas herramientas no alcanzan sus objetivos si falla el hardware a la vieja usanza.
En las jornadas de campo Hoheisel habla a menudo de la necesidad de realizar mantenimiento y da consejos para cómo realizar ajustes. A continuación, hay algunos ejemplos de sus sencillas pero cruciales lecciones.
Calibradores
Asegúrese de que puede leer los manómetros, dijo Hoheisel. Le gusta mostrar uno que está empañado y oscurecido. Ella lo encontró una vez en un tanque de pulverización en funcionamiento de un productor.
Vigile la aguja, añadió. Si no vuelve a cero cuando el pulverizador esté apagado, el manómetro está mal. Si se asienta en 5 PSI (libras por pulgada cuadrada) cuando no está en uso, no intenta hacer cálculos mentales al encenderlo. La medición de la presión no siempre es lineal.
Hay maneras de probar un manómetro utilizando un compresor de aire junto con un manómetro que se sabe que sí funciona, pero puede ser que lo más fácil sea sustituirlo, dijo. Incluso algunos fabricantes dicen que sólo son fiables durante un año.
“Es muy sencillo decidirse a sustituir el manómetro anualmente. Con pagar solamente USD $20 sabrá que la pieza funciona”, dijo.
Boquillas
Las boquillas también pueden sustituirse cada año de forma relativamente económica, según Hoheisel.
Pero es mejor utilizar boquillas de cerámica, especialmente boquillas de núcleo de disco, dijo.
Los sectores de la fruta de árbol y la uva de vino utilizan mucho aceite, azufre y otros materiales corrosivos. Las boquillas de latón tienen un coeficiente de resistencia de 1 o 2, una medida de la rapidez con que se desgasta el material. El acero inoxidable lo multiplica por cinco y la cerámica por cien.
Para limpiar las boquillas, es mejor no utilizar herramientas afiladas, como pueden ser las perchas de metal o los clips. Estos causan daños y estropean el patrón de pulverización de la boquilla. En su lugar utilice un cepillo de dientes.
“Todo el mundo va al dentista y les regalan un cepillo de dientes”, dijo. “Y si este es lo suficientemente bueno para los dientes, puede usarlo para las boquillas”.
El aire comprimido también funciona, dijo.
Flujo de aire
Según Hoheisel, conseguir un volumen y una dirección de aire correcta puede ser una de las mayores mejoras en la cobertura de la pulverización. Usted quiere que caigan gotas en la canopia de una sola fila.
Así es que antes de pulverizar un producto químico, compruebe el flujo de aire y la dirección de las válvulas de la matriz del pulverizador.
El movimiento giratorio de los ventiladores axiales empuja el aire hacia arriba por un lado del pulverizador y lo trae hacia abajo por el otro. Algunos pulverizadores tienen enderezadores de aire para corregir esto. Recuerde: donde va el aire van las gotas.
Ate una cinta indicadora a cada válvula, encienda el ventilador y compruebe si la cinta se expande hacia la canopia. Si no es así, apague esa boquilla y vuelva a calcular el flujo por boquilla para mantener el mismo caudal por acre, dijo. Si el producto no se desvía hacia el aire, eso aumentará la cobertura en la canopia, que es donde más importa.
Además, ate una cinta indicadora en la parte posterior de las canopias a una distancia del pulverizador de una, dos o más filas para comprobar la cantidad de aire que pasa. Si el volumen de aire es demasiado grande, las cintas saldrán en la dirección contraria de la canopia. Esto significa que no cubrirá la hilera deseada. Para corregirlo, reduzca el tamaño del ventilador, baje la caja de engranajes del ventilador, si la tiene, o utilice el método “engranaje arriba, válvula reguladora abajo”.
Control del caudal
Los reguladores de caudal deben probarse. Se basan en un sensor, un GPS o una rueda para medir la velocidad y ajustar el flujo de pulverización modificando la presión a medida que cambia la velocidad. Son útiles en terrenos accidentados, pero cambios como la sustitución de neumáticos desinflados pueden alterar las medidas de velocidad y por consecuencia los índices de aplicación. Mientras tanto, los velocímetros de los tractores son notoriamente inexactos.
Hoheisel sugiere utilizar una aplicación de hacer ejercicios -a ella le gusta MapMyRide, un rastreador de esquí y ciclismo- para asegurarse de que la velocidad indicada en la pantalla del controlador de velocidad coincide con la de la aplicación. Si no es así, la computadora o los sensores no están calibrados correctamente y debes llamar al distribuidor para que le ayude a realizar un ajuste.
—por Ross Courtney
Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.