Hace cuatro años y medio, Jake Robison volvió a las huertas frutícolas que su familia posee en Chelan, Washington, después de una temporada en el ejército de los Estados Unidos. Hoy, a la edad de 27 años, está trabajando en hacerse cargo gradualmente de una producción frutícola de más de 125 acres de manzanas, peras y cerezas.
La familia Robinson emprendió el camino de la planificación de la sucesión después que Jake volviera a casa. Ahora tres años más tarde dentro de un plan de aproximadamente 10 años, Jake continua aprendiendo de su padre, Dave, cuya jubilación está prevista en siete años.
“Mi padre es todavía el jefe, el que toma todas las decisiones,” dijo Jake Robison a los agricultores cuando la Asociación Internacional de Árboles Frutales (International Fruit Tree Association) pasó por los huertos de Robinson durante la 60ava conferencia anual y viajes de estudio. “Estoy ganando la experiencia suficiente para tomar decisiones. Trabajamos bien juntos y esa es la clave de nuestra relación.”
En general dijo que la familia tenía tres objetivos en mente cuando comenzó el proceso de una exitosa planificación.
- Cuidar a la generación mayor hasta su jubilación y asegurarse que ellos se sientan cómodos
- Mantener una buena relación con los hermanos que no están involucrados en la producción, lo cual puede ser un “tema delicado,” dijo Jake. Él es el más joven de cuatro hijos y el único que actualmente está interesado en trabajar en la producción del rancho.
- Garantizar la viabilidad del negocio en el futuro.
“Usando eso, fuimos capaces de establecer una fecha, basado en lo que queremos para nuestra jubilación,” afirmó. “Si solo escribes el testamento y dices ‘esto será tuyo algúndía,’eso podría causar algunos problemas.”
Para lograr esos dos objetivos, la familia trabajó con asesores jurídicos y financieros, incluyendo Servicios de CréditoAgrícola. La puerta permanece abierta a que sus hijos se incorporen en la producción, sin embargo Jake dijo que todos ellos están bien establecidos y que es poco probable que cambien de idea.
Incluso como agricultor de cuarta generación, Jake Robison reconoce que él todavía está aprendiendo, afirmó señalando a un bloque. “Tres años atrás mi padre dijo, ‘Empieza a tomar todas las decisiones aquí. ’’ Al poco tiempo de eso, me di cuenta que debería hacer más preguntas,” dijo riéndose. “Solo han pasado dos años. Estoy seguro que encontraremos algunos obstáculos y veremos qué pasa.”
Una historia similar
Maurice “Mo” Tougas, ex presidente de IFTA y agricultor con acceso directo al mercado de Northborough, Massachusetts, a unos 45 minutos de Boston, ha ido un poco más lejos en el camino de sucesión con su hijo Andre. Andre Tougas volvió a la producción agrícola hace más de diez años y lo hemos apoyado desde 2006.
Mo Tougas le gustó lo que Jake Robison dijo en la gira. Como los Robinsons, la familia Tougas se reunió con asesores, los cuales les aconsejaron la formación de LLC y consorcios al mismo tiempo que gradualmente transferían responsabilidades, operaciones comerciales y la propiedad a la siguiente generación.
Los agricultores con experiencia debemos reconocer que la transición va más allá de la situación financiera, dijo él. “La parte financiera es menos intimidante que la parte emocional. (Andre) se ganó el camino a la titularidad con el capital del esfuerzo y sudor de su trabajo, pero es más difícil soltar las rindas del negocio, probablemente que la parte financiera,” Tougas afirmó. “Se trata más de mi habilidad, después de 35, 40 años, para soltar las riendas y dejar que él asuma la responsabilidad y autoridad”.
¿Qué tan difícil ha sido? “Doloroso” dijo entre risas.
Como era de esperarse hubo días difíciles, dijo — días donde Andre tomaría una decisión y en la que Mo pienso que no era la manera de afrontar la situación. Pero, él dice que se dio cuenta que tuvo la oportunidad de cometer sus propios errores. “Estoy aquí para apoyarle,” dijo. “En general, ha sido genial.”
Hoy en día, Andre está a cargo de la compra de árboles, gestionar los documentos para trabajadores temporales, mientras que Mo se encarga de las aspersiones y podar el pasto— las mismas cosas que le atrajeron en un principio a la agricultura”.
Su consejo: No tengas miedo de gastar dinero en contratar consultores experimentados para trabajar junto a ti durante el procedimiento, y hazlo bastante pronto en el proceso. “Se tarda mucho más tiempo del que piensas,” dijo Mo. “Ya hemos atravesado por plan de 10 años.”
Hay todavía que llevar a cabo el traspaso de propiedad. Una de sus dos hijas también trabaja en la parte comercial de la producción, y su prometido también está interesado. La mujer de Mo lleva la contabilidad, una tarea que deberá pasar a las manos de otra persona.
“Pienso que sería genial, que cada uno de nosotros desempeñáramos un papel, pero bajo el entendimiento que cuando mi mujer y yo nos jubilemos, Andre va estar a cargo,” dijo Mo. “Es ese tipo de cosas que va tener que funcionar con el resto de la familia, pero es algo que ha sido discutido desde el primer día”.
Permanecer viable
Para los Robinson, lograr el tercer objetivo de su plan de sucesión del negocio en la producción agrícola era imprescindible — asegurar la viabilidad a largo plazo del negocio. Para conseguirlo, la familia ha decidido iniciar una transición cada vez más orientada hacia a variedades de un mayor valor.
La familia cultiva en laderas y su superficie cultivada está dividida y se extiende a lo largo de una extensa zona. El cuadro más grande es 8.5 acres, mientras que el más pequeño es solo un acre.
“Tendríamos que competir en eficiencia con variedades de poco valor,” dijo Jake Robinson.” No podemos competir con un cuadro de 100 acres, que es plano. Esa es la realidad.”
El objetivo en cambio: cultivar un 75 por ciento de variedades de alto valor. “Haciendo eso, podemos permanecer en el negocio. Podemos ser competitivos. Como pequeña empresa lo vimos como una oportunidad,” dijo Jake.
Comenzó con Honeycrisp, después Jazz, la cual abrió la puerta para Envy, otra variedad del club Enza. Robinson dijo que está entusiasmado acerca de otra variedad, Sugarbee — ellos plantaron más de 10 acres en dos bloques en 2016 — pero todavía no sabemos qué tan fácil será su cultivo.
“Nos estamos moviendo tan rápido como podemos con las variedades de alto valor. Cerca del 30 al 35 por ciento de nuestras huertas están fuera de producción en este momento durante la transición. Esto ha creado algunos problemas en términos de liquidez,” dijo Robison con una carcajada, “pero creemos en ello.”