David Brown prevé un futuro en el cual los productores podrán instalar sus propias estaciones meteorológicas que les proporcionen información específica sobre el lugar y que al mismo tiempo envíen datos a una red más amplia para obtener un modelo regional.
“Vamos a ver que casi todos los huertos van a tener su propia estación meteorológica de alguna forma”, afirmó Brown, director de AgWeatherNet, la red de estaciones meteorológicas de la Universidad Estatal de Washington.
Con ese fin, Brown lanzó un proyecto de tres años para medir las diferencias entre las condiciones dentro de un bloque de un huerto, que es lo que más les interesa a los productores, y aquellas fuera del huerto, en terreno abierto, donde típicamente se han ubicado las estaciones.
Se espera que las condiciones difieran un poco entre el interior y el exterior de los huertos. Por ejemplo, si un productor enciende los aspersores de enfriamiento elevados, la temperatura descenderá. Ese es el objetivo del enfriamiento mediante aspersores elevados. Brown estima que la humedad y el enfriamiento también aumenten con el uso de microaspersores debajo del dosel. Y por supuesto, siempre disponen de la sombra.
El proyecto tiene por objeto cuantificar esas diferencias, construir modelos para estimarlas y predecirlas e incorporarlas a los algoritmos de aprendizaje automático que AgWeatherNet utilizaría para proporcionar datos, pronósticos y herramientas para la toma de decisiones específicas en cada huerto.
La Comisión de Investigación de Árboles Frutales del Estado de Washington financió el proyecto este año, el cual se espera brinde 208,000 USD durante tres años.
El proyecto se establece en un periodo de modernización para AgWeatherNet, ya que se encuentra en transición a un sistema de tres niveles de estaciones meteorológicas en todo el estado.
El programa, basado en el Centro de Investigación y Extensión de Agricultura Irrigada de la WSU en Prosser, está actualizando casi 100 estaciones meteorológicas “ancla” de alta precisión que envían datos al Servicio Meteorológico Nacional. Estas estaciones de primer nivel cuestan más de 10,000 USD cada una. El Servicio Meteorológico Nacional ayuda a pagar su mantenimiento.
El segundo nivel consiste en las nuevas estaciones ATMOS 41 que AgWeatherNet está instalando para reemplazar aproximadamente 75 estaciones registradoras de datos de Campbell Scientific. Desarrollado por el Grupo METER en Pullman, Washington, el sistema integrado cuesta unos 2,500 USD cada uno. Son mucho más baratas de mantener que las estaciones registradoras de Campbell, pero proporcionan datos casi tan confiables para los pronósticos de toda la red, explicó Brown. Las unidades también brindan la capacidad de rastrear 12 variables meteorológicas a través de un solo registrador de datos. Antes de su desarrollo, la universidad había estado considerando reducir el número de estaciones meteorológicas para mantenerse al día con los costos de mantenimiento, informó Brown.
Mientras tanto, los productores que compran y mantienen sus propias estaciones —ya sea ATMOS 41 u otros modelos— y se conectan con el sistema AgWeatherNet proporcionan el tercer nivel, que es al cual se dirige el proyecto de investigación.
El objetivo es obtener la información más específica posible sobre el lugar, apuntó Brown, y “para ello necesitamos muchas estaciones meteorológicas”.
Brown también espera que la investigación pueda ayudar a informar al Sistema de Ayuda para la Toma de Decisiones (DAS) de la WSU, una red basada en la web que ayuda a los productores a planificar sus tareas de horticultura y manejo de plagas que son sensibles al tiempo.
La información exacta siempre ayuda, afirmó Vince Jones, entomólogo de la WSU y director del DAS. Pero él y sus colegas investigaron algunas de las mismas diferencias hace unos ocho años y encontraron que las variaciones que se deben a la época del año y a la densidad de plantación no suelen desviar las predicciones lo suficiente como para afectar el manejo de plagas. Mientras tanto, el DAS siempre tendrá algún error, aseguró Jones. El DAS predice el desarrollo de los insectos basándose en la temperatura del aire, aunque las plagas viven en los frutos, las hojas y debajo de la corteza de los árboles, no en el aire.
“Por lo tanto, habrá algún error, independientemente de la fuente de sus datos meteorológicos, ya sea dentro o fuera del huerto”, subrayó Jones. “Lo que uno no quiere es que los sesgos sistemáticos sean constantes en una dirección particular causados por variaciones en la elevación, la pendiente o el aspecto”.
Los productores ya han estado instalando sus propias estaciones meteorológicas porque las de AgWeatherNet a veces están a 10 millas o más de sus huertos, señaló Paul Cathcart, gerente de huertos de Chiawana Orchards, empresa que tiene bloques a lo largo de Washington. Su compañía instaló varias este año y ha estado colaborando con AgWeatherNet.
“Para nosotros, la detección dentro del huerto tiene más sentido que la detección fuera del huerto”, agregó Cathcart.
Cathcart prevé que esta labor conducirá a modelos más exactos para controlar las polillas del manzano, el fuego bacteriano, las heladas y la irrigación. Espera que las estaciones meteorológicas de su empresa se conecten al DAS algún día.
La colocación dentro de un huerto es uno de los obstáculos más complicados. El lugar más sencillo para que un productor instale una estación meteorológica es en un poste por arriba del dosel, lejos de los equipos y los aspersores. Pero las condiciones allí difieren de las condiciones debajo del dosel, así que AgWeatherNet las está emparejando con estaciones más bajas que se puedan mover si es necesario.
Los productores de Oregón en la garganta del río Columbia también podrían beneficiarse de la investigación, informó Eric Shrum, un consultor de la empresa Western Ag Improvement.
La región, un foco de producción de peras y cerezas cerca del río Hood y The Dalles, carece de datos meteorológicos sólidos, explicó Shrum, presidente del comité de investigación de la Comisión de Cerezas Dulces de Oregón. El sistema, instalado por los productores hace al menos 20 años, “ha dejado de ser útil”, afirmó. Por lo tanto, Western Ag compró 10 estaciones de tipo ATMOS 41 y las instaló dentro de bloques de huertos para informar al DAS.
Con el tiempo, Brown quiere conectar todas las estaciones propiedad de los productores, ya sean fabricadas por Rainwire, Semios u otros vendedores, a la red AgWeatherNet. El objetivo es conseguir que todos compartan los datos meteorológicos mientras toman sus propias decisiones y contribuyen a la red general.
“Cuanto más participen todos en la misma red, más estarán aprendiendo unos de otros y más exactas serán las proyecciones”, aseguró Brown.
—por Ross Courtney