Una ninfa de Deraeocoris brevis. Estos depredadores de la psila del peral proporcionan un importante control biológico en las huertas de perales del valle del Río Wenatchee, y un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Washington ha establecido un nuevo umbral de muestreo para ayudar a los productores y consultores de plagas a saber si hay suficientes depredadores presentes en la huerta para mantenerse bajo control a la psila. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
Una ninfa de Deraeocoris brevis. Estos depredadores de la psila del peral proporcionan un importante control biológico en las huertas de perales del valle del Río Wenatchee, y un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Washington ha establecido un nuevo umbral de muestreo para ayudar a los productores y consultores de plagas a saber si hay suficientes depredadores presentes en la huerta para mantenerse bajo control a la psila. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

Para adoptar un enfoque de manejo integrado de plagas (MIP) en el control de la psila del peral, anteriormente los productores necesitaban tener fe en que los enemigos naturales aparecerían en la huerta en el momento y la magnitud adecuados para proteger el cultivo.

Ahora, ellos pueden confiar, pero verificarlo. 

El desarrollo de umbrales de enemigos naturales y un nuevo enfoque de exploración en toda la zona dirigido por la Universidad Estatal de Washington (WSU) hace que sea más fácil para los productores sentirse seguros en sus controles de la peste – o saber cuándo es el mejor momento de aplicar un insecticida selectivo en su lugar.

“La segunda generación es cuando se toman las decisiones difíciles sobre si los depredadores pueden recuperarse (para estar al nivel necesario para controlar la peste). Hay que empezar con más suavidad (usar productos que no dañan a los depredadores) para darles a los depredadores una oportunidad”, explicó Neil Johnson, consultor de plagas de Chamberlin Agriculture.

Disponer de los datos de la nueva red de monitoreo le ayudó a conocer cuándo y dónde estaban aumentando las poblaciones de los enemigos naturales, explicó Johnson durante una mesa redonda celebrada en enero del 2024 en el Día de la Pera del Centro Norte de Washington.

Ese es el objetivo del programa piloto de la red de monitoreo, dijo Tianna DuPont, especialista en la Extensión de Frutales de la WSU. Se combina con la investigación que ella y sus colegas han realizado para medir los umbrales económicos de la presión de la psila y la actividad de los enemigos naturales para orientar las decisiones de los productores.

El término “manejo integrado de plagas” (MIP) se refiere al uso de controles culturales, biológicos e insecticidas, basados en la vigilancia y los umbrales. Hasta ahora, esos umbrales han sido la pieza que faltaba para ayudar a los productores a utilizar controles biológicos, dijo.

“Cuando hablamos del conjunto de estrategias del manejo integrado de plagas para las peras, nos referimos no sólo a la poda de verano y al lavado de melaza con los que ustedes están familiarizados, sino que queremos asegurarnos de que estamos usando también ese control biológico”, dijo. “¿Recuerdan nuestras tijeretas, campylomma y deraeocoris? Esos enemigos naturales, sólo los vamos a poder aprovechar si estamos usando insecticidas selectivos”.

Umbrales

Durante muchos años, los productores se han preguntado, ¿qué proporción de enemigos naturales de la psila necesitan para garantizar un control biológico fuerte?

Para responder a esa pregunta, investigadores empezaron por definir la línea a partir de la cual la presión de la psila provoca un perjuicio económico, es decir, cuando merece la pena el coste de los tratamientos de control adicionales en relación con el valor de la fruta protegida por estas pulverizaciones.

Hay que encontrar un equilibrio.

“Cuando ya existen daños, es demasiado tarde”, afirmó DuPont. “Queremos estar pensando en la semana que viene”.

Usando los datos de más de 80 recolecciones de datos de toda la temporada, durante varios años en huertas comerciales en el valle del Río Wenatchee, junto con unas cuantas recolecciones de datos en Medford, Oregón, los investigadores identificaron el porcentaje de peras de la variedad Anjou degradada del grado Extra-Fancy a Fancy o sacrificada por completo debido a los daños de la psila y lo compararon con el número de ninfas de psila encontradas por hoja. El uso de estos datos para construir un modelo de población de psila permite a los investigadores predecir si el número de ninfas presentes hoy provocará daños económicos la semana siguiente.

Utilizando un precio de USD $30 por caja para las manzanas del grado No. 1 de EE.UU. con un rendimiento de 40 cajones por acre y tener una media de menos de 0.4 ninfas de psila por hoja en la tercera generación significa que los productores podrían estar seguros a la hora de posponer las pulverizaciones opcionales, dijo DuPont. 

Los consultores de plagas ya hacen un seguimiento rutinario del número de psilas, pero por primera vez, los investigadores hicieron un seguimiento de las poblaciones de enemigos naturales también para desarrollar umbrales de inacción similares.

“Lo que encontramos fue que seis ninfas de deraeocoris por cada 30 charolas de mostreo (beat trays) o tres ninfas de campylomma por cada 30 charolas era el nivel que mantenía la población estable”, dijo.

Durante la charla, compartió varios ejemplos de datos de monitoreo relativos a estos umbrales, en los que se basaban los productores para sentirse seguros a la hora de omitir una pulverización de final de temporada o para saber que sí, necesitaban pulverizar para proteger la calidad de la fruta. Un ejemplo mostraba un bloque con ninfas de psila rondando a 0.2 bichos por hoja y un número de deraeocoris ninfas que, si bien fluctuaba, se mantenía muy por encima del umbral de 0.2 por charola (o seis por cada 30 charolas).

“En este último bloque, en realidad no redujeron el número de pulverizaciones, pero se sintieron seguros de permanecer en su programa del manejo integrado de plagas (utilizando productos selectivos) porque, de nuevo, estaban viendo que la cantidad de psila se mantenía baja y la de los enemigos naturales — en este caso los deraeocoris — estaba por encima de ese umbral de inacción”, dijo.

Son datos muy importantes. El inconveniente es que reunir los datos de monitoreo y realizar el análisis requiere mucho trabajo.

La red de monitoreo 

Una subvención del Departamento de Agricultura del Estado de Washington (Washington State Department of Agriculture) financió el desarrollo de un proyecto piloto de monitoreo en huertas del valle del Río Wenatchee y una app (aplicación) diseñada por la WSU para ayudar a los productores participantes a comprender los datos.

En el año 2023, el primer año del proyecto, DuPont y Ricardo Lima Pinto, también de la WSU, trabajaron con los productores participantes para explorar sus huertas semanalmente y crear y perfeccionar la App para poder compartir los datos. Durante la temporada del 2024, formarán a más monitores para que se unan al proyecto, con la idea de que llegue a ser sostenible para el sector.

“El proyecto piloto nos está ayudando a asociarnos con productores, consultores y empaques para formar una red de monitores, que proporcionará datos adicionales sobre los enemigos naturales y plagas que los productores podrán comparar con los umbrales de sus huertas”, dijo DuPont.

Los productores y consultores de plagas que participaron en el primer año compartieron sus experiencias durante la conferencia.

Kevin Carney, un productor de la zona de Cashmere, dijo que al principio se mostró escéptico sobre el enfoque MIP y confundido sobre cómo interpretar los datos. Pero Lima Pinto y DuPont trabajaron con él para que entendiera lo que significaban las cifras beneficiosas en términos del control de la psila.   

“Yo también tengo cerezos, así que normalmente pulverizas tus bloques de peras en junio y luego esperas que pase la temporada de cerezas. Tenía muchas ganas de pulverizar Bexar antes de ir a cortar las cerezas, pero nos fijamos en los organismos beneficiosos y tomamos la decisión de frenar la pulverización y ver qué pasaba”, dijo. “Los datos del monitoreo me facilitaron ser paciente con la MIP”.

Johnson, un consultor de plagas, dijo que los datos deberían ayudar mucho a los productores que se lanzan al enfoque MIP, porque es una forma diferente de cultivar.

“Yo diría que no muerdas más de lo que puedas masticar. Si hay un bloque orgánico o MIP a tu lado, ese es un buen lugar para empezar”, dijo. “Para tener éxito, tenemos que trabajar juntos para crear un enfoque que abarque toda la zona”.

El productor Dave Burnett dijo que se inspiró para hacer la transición al enfoque MIP basado en el éxito que su amigo Mel Weythman tuvo el año anterior. (Véa “Integración del MIP en los perales”). 

“Creo que tenemos que hacerlo porque el método convencional no funcionaba”, afirmó Burnett. Aunque hubo una fase de aprendizaje en el uso de los datos, pero a medida que cambiaba de pulverizaciones convencionales a productos selectivos, los enemigos naturales aparecieron con fuerza”.

Varios oradores de la mesa redonda mencionaron que el 2023 fue un año de presión relativamente baja para la psila en general, por lo que son unos optimistas cautelosos. Pero Burnett, totalmente optimista, cree que eso podría deberse en parte a la adopción de los enfoques de MIP, que ha fomentado los depredadores beneficiales en todo el valle. 

En sus propias huertas, el cambio de solamente una temporada le sorprendió. 

“No creía para nada que se pudiera cambiar algo en un año, pero con los datos que teníamos, nunca volveré a lo convencional”, dijo. “Cada vez que pulverizas en tu huerta, cambias algo de lo que está pasando ahí, para bien o para mal. Creo que estamos empezando a aprender a usar estos datos”.

por Kate Prengaman

Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.