Este artículo apareció originalmente en la edición del 15 de marzo de 2020 de la revista Good Fruit Grower: Let in the light.

Durante un taller de poda el pasado febrero en Cashmere, Washington, organizado por la extensión de la Universidad Estatal de Washington, Dave Piper retira los brotes de un año de edad de la parte superior de un peral de Anjou maduro que tiene unos 60 años. A los productores que quieran mejorar la calidad y el tamaño de la fracción empacada de peras frescas obtenidas de sus perales más viejos se les recomendó que poden tomando en cuenta la penetración de la luz y la aspersión. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
Durante un taller de poda el pasado febrero en Cashmere, Washington, organizado por la extensión de la Universidad Estatal de Washington, Dave Piper retira los brotes de un año de edad de la parte superior de un peral de Anjou maduro que tiene unos 60 años. A los productores que quieran mejorar la calidad y el tamaño de la fracción empacada de peras frescas obtenidas de sus perales más viejos se les recomendó que poden tomando en cuenta la penetración de la luz y la aspersión. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

El producir peras de alta calidad requiere buena intercepción de la luz y buena penetración de la aspersión, ambas de las cuales pueden correr riesgo conforme las copas maduras crecen cada vez bajo más sombra. Es por eso que la extensión de la Universidad Estatal de Washington eligió el manejo de la luz como el enfoque de sus demostraciones de poda en febrero, explicó la especialista de extensión Tianna DuPont.

Ya que la poda es tanto arte como ciencia, DuPont reclutó a seis productores con experiencia para que compartiesen sus estrategias de poda de árboles más viejos en un bloque de perales Anjou de aproximadamente 60 años en la zona de Cashmere. A pesar de algunas diferencias en su estilo y tolerancia al riesgo, cada podador seguía el mismo proceso y metas básicos: uno o dos cortes para reducir la sombra, eliminar ramas que crean sombras de aerosol y coronas de retoños en las que pueden esconderse las plagas y permitir que la calidad de las yemas guíe las decisiones.

“La idea es que, si somos capaces de abrir el dosel, tendremos una producción de fruta más homogénea”, explicó Stefano Musacchi, fisiólogo de árboles frutales del Centro de Investigación y Extensión de Frutas de Árbol de la Universidad Estatal de Washington en Wenatchee. “Nunca intenten reducir los costos de la poda, ya que reducir la poda disminuirá la calidad”.

El productor Rudy Prey concordó. “La poda es donde se puede hacer el mayor bien o el mayor daño”, afirmó. “Es sin duda el trabajo más importante en el huerto”.

Es necesario hacer cortes grandes, indicaron Rudy Prey, izquierda, y Greg Harnden, derecha; sin embargo, recomiendan que los productores también poden los detalles cuidadosamente. Tomarse el tiempo para eliminar las yemas de la parte superior de la copa y de los lados de las ramas, como Prey lo hace aquí, promueve el crecimiento de ramas nuevas y reduce el cuajado de fruta que se tendrá que desechar debido al frote entre las ramas. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
Es necesario hacer cortes grandes, indicaron Rudy Prey, izquierda, y Greg Harnden, derecha; sin embargo, recomiendan que los productores también poden los detalles cuidadosamente. Tomarse el tiempo para eliminar las yemas de la parte superior de la copa y de los lados de las ramas, como Prey lo hace aquí, promueve el crecimiento de ramas nuevas y reduce el cuajado de fruta que se tendrá que desechar debido al frote entre las ramas. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

Grandes cortes

Prey comenzó la demostración con un debate sobre cómo hacer un corte grande con su copodador, Greg Harnden. Acordaron rápidamente podar un líder grande que echaba sombra sobre un líder más productivo debajo de él, pero platicaron con Musacchi sobre si debían removerlo todo este año o podarlo en etapas durante un par de años, para mantener el árbol en equilibrio.

“Yo lo cortaría todo, porque si se cortan dos pies (60 cm), tendrán el mismo problema”, señaló Harnden, aunque recomendó cortar el líder en secciones más pequeñas. “No dejen que su personal lo corte por completo. Se arriesgan a dañar las ramas que van a querer preservar”.

Prey también votó a favor de eliminar el líder por completo, ya que el árbol con vigor moderado tenía muchas yemas y mucha madera. El vigor siempre guía las decisiones sobre la poda, declaró. “Por lo tanto, pueden sacar a esa rama grande por completo y podar el resto ligeramente”, concluyó. “Nos gusta hacer esos cortes grandes y aún tener una cosecha grande”.

Musacchi recomendó tener en mente la vista del árbol desde la parte superior, y asegurarse que cada rama horizontal quede expuesta a la luz.

En otro árbol, los productores Ray Schmitten y Dave Piper tenían un debate similar: si se debe remover una rama grande de una sola vez o a lo largo de varios años. Existen muchas opciones válidas de dónde hacer el corte, pero no se puede hacer todo de una vez sin arriesgar demasiado vigor durante la siguiente temporada.

“Si este fuese mi árbol, sería un plan de tres a cinco años”, señaló Piper. A él le preocupa vigorizar demasiado el árbol y que cause manchas de corcho en la fruta.

Tanto la poda fuerte del invierno como la sobrefertilización impulsan el crecimiento vigoroso de brotes que le roba el calcio a la fruta donde lo necesita, lo cual da paso a manchas de corcho. Schmitten asintió e indicó que piensa fertilizar con tasas bajas después de realizar grandes cortes de poda para equilibrar el vigor. También recomendó —para los suelos pesados de la región de Cashmere, que tienden a retener los nutrientes— que los productores apliquen la mayoría del fertilizante en el otoño y luego solo descopen en la primavera, después de conocer su cuajado de frutos, para proteger el equilibrio en el árbol.

Mientras las sierras estaban fuera, varios podadores aprovecharon la oportunidad de eliminar las coronas de retoños en las partes superiores de los líderes donde el psílido de la pera y otras plagas se pueden esconder.

Las coronas de retoños que se forman en las partes superiores de los perales maduros pueden convertirse en escondites para el psílido de la pera, así que los podadores que efectuaron la demostración recomendaron cortar esas áreas que tuviesen evidencia del “hollín el psílido” durante el invierno, cuando fuese posible. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
Las coronas de retoños que se forman en las partes superiores de los perales maduros pueden convertirse en escondites para el psílido de la pera, así que los podadores que efectuaron la demostración recomendaron cortar esas áreas que tuviesen evidencia del “hollín el psílido” durante el invierno, cuando fuese posible. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

Tijeras podadoras

Luego de hacer los cortes más grandes, los buenos podadores vuelven su atención hacia las yemas. Musacchi indicó que los espolones más viejos que tienen pequeños brotes no van a producir fruta de alta calidad, pero que los productores van a querer dejar las yemas grandes intactas.

Dejen que el tamaño de la yema guíe su poda, indicó el fisiólogo de árboles frutales de la WSU, Stefano Musacchi, mientras sujetaba dos yemas de peras de Anjou del mismo árbol maduro. Las yemas más grandes rendirán mejores frutos, señaló enfatizando que, si no se podan las yemas correctas, se verá reflejado en la calidad de la cosecha. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
Dejen que el tamaño de la yema guíe su poda, indicó el fisiólogo de árboles frutales de la WSU, Stefano Musacchi, mientras sujetaba dos yemas de peras de Anjou del mismo árbol maduro. Las yemas más grandes rendirán mejores frutos, señaló enfatizando que, si no se podan las yemas correctas, se verá reflejado en la calidad de la cosecha. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

“También podan tomando en cuenta el tamaño de la yema”, explicó, mientras Prey y Harnden podaban. “Con cada corte que hacen, dejan los [brotes] buenos”.

En cuanto a los brotes verticales de un año que crecen desde los líderes, Harnden informó que retira los largos por completo y deja los de 12 a 16  pulgadas (30 a 40 cm) si tienen una yema terminal florecida. Aquellos cuajarán fruto cuyo peso lo moverá a una mejor posición, donde crecerán para convertirse en nueva madera fructífera para reemplazar los espolones más viejos.

Mientras tanto, Prey cortó unos pocos brotes de un año que estuvieron en una posición de crecer y convertirse en líderes nuevos. “En un Anjou, solo corto lo que quiero que crezca”, apuntó. Ese corte de despunte es un corte vegetativo, indicó, así que la rama crecerá para rellenar el espacio en vez de cuajar la fruta.

Cuando se le preguntó si cuenta las yemas mientras poda, Prey declaró que corta las ramas hasta alcanzar el número de yemas que, como fruta, la rama podría sostener.

Schmitten dijo que cuando poda, busca madera colgante —ramas que crecen hacia abajo y producen fruta de baja calidad— y que los espolones viejos que comienzan a volverse gris también deben retirarse, ya que las yemas solo se siguen debilitando.

“Enfóquense en quitar esos espolones viejos y dejar tanta madera fina de este tipo como sea posible. Este es su futuro”, concluyó Piper.

Podar para el futuro

“Hemos perdido una caja de peras”, informó Sam Parker mientras cortaba una rama, pero añadió que el corte ayudará al árbol en un futuro mediante la redirección del flujo de la savia hacia el nuevo crecimiento que producirá fruta de mayor calidad. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
“Hemos perdido una caja de peras”, informó Sam Parker mientras cortaba una rama, pero añadió que el corte ayudará al árbol en un futuro mediante la redirección del flujo de la savia hacia el nuevo crecimiento que producirá fruta de mayor calidad. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

Los podadores tienen que tomar decisiones que traigan equilibrio a la cosecha de este año con la productividad a largo plazo. Por eso es que Musacchi recomienda que los productores o sus empleados con mucha experiencia tomen las decisiones de corte importantes. “Están decidiendo muchísimo sobre su cosecha futura con estos cortes grandes”, afirmó.

Por lo tanto, cuando Sam Parker se acercó a un árbol que tenía ramas relativamente bien distanciadas para interceptar la luz y que penetre la aspersión, tuvo que tomar una decisión más difícil en cuanto a un corte grande.

“Ese es para dentro de cinco años”, explicó Parker, mientras cortaba la punta de un líder con una sierra.

“Hemos perdido una caja de peras, pero ahora hemos redirigido el flujo de la savia”, señaló. Promover el crecimiento de un nuevo líder rendirá frutos a largo plazo. “¿Qué se obtiene de la madera resbaladiza en un Anjou? Las número uno de EE. UU.”, respondió.

Bajo una rama vieja y grande, el árbol también tenía mucho espacio no productivo. “Aquí mismo tienen la fuente de su prosperidad y abundancia, esto pagará sus cuentas de banco”, aseguró Parker mientras permanecía de pie en ese espacio vacío. Sugirió hacer algunos cortes de anillado en el tronco, justo arriba de los nuevos brotes, de manera que se empuje el flujo de savia estancado hacia las nuevas ramas fructíferas.

Volver a llenar ese espacio con frutos será un proceso de varios años, informó Shawn Cox, quien es propietario del huerto en el que se llevó a cabo la demostración.

En un árbol final que estaba claramente en declive, Cox y Parker eligieron podar agresivamente como parte de un intento final de incitar un crecimiento más vigoroso. Llegado ese momento, “no se tiene mucho que perder” con el uso de la poda fuerte, indicó Cox.

¿Cómo se sintió dejar que todos estos diferentes podadores trajeran sus métodos a este huerto? “Me gustaría que hubiesen podado aún más”, lamentó Cox. “Todavía queda mucho del bloque”.

por Kate Prengaman