El verano pasado, dos granjas de Washington se enfrentaron a conflictos laborales con su personal H-2A.
En una de ellas, en el condado de Grant, en el centro de Washington, el propietario del huerto hizo algunos cambios y los empleados volvieron a trabajar en pocos días. En el otro lado, en el condado de Whatcom en la parte noroeste del estado, los propietarios despidieron a los empleados, lo que provocó una demanda colectiva federal.
Hasta ahora, las huelgas de los trabajadores H-2A han sido escasas, y no hay una salida cómoda en caso de presentarse una huelga. “No va a ser divertido”, dijo Rick Anderson, el ex director de proyectos especiales para Walfa, en la reunión anual de la asociación de recursos humanos agrícolas realizada en enero en Wenatchee, Washington.
Sin embargo, Anderson, abogados y otros expertos en empleo compartieron algunos consejos e ideas sobre esos dos casos durante la conferencia. He aquí algunos consejos de que hacer y qué no hacer si alguna vez se enfrenta a una huelga o protesta laboral.
— No entre en pánico. “Es más fácil decirlo que hacerlo”, admitió Anderson. Pero esa fue su primera sugerencia. Prepárese para actuar sobre la razón, no sobre la emoción. Recuerde, advirtió Anderson, las cámaras de video de los teléfonos celulares están en todas partes.
— Informe a los empleados de alto nivel y a los supervisores y llame a un abogado de inmediato, dijo Anderson. Considere formar un equipo de respuesta a emergencias por adelantado, por si acaso.
— Notifíquelo a las fuerzas de orden público para que puedan asegurarse de que las calles y las aceras sean seguras y para evitar el allanamiento, añadió. Esté preparado para acompañar a los visitantes y empleados dentro y fuera de la propiedad. Es posible que también desee tener listos las medidas de primeros auxilios.
— Autorice a varias personas para que hablen, sugirió. Algunos hablarán con los trabajadores en huelga, otros hablarán con los no huelguistas, otros con los medios, otros con gerentes, proveedores, clientes, etc. Deberán decir la verdad y atenerse a los hechos, al compartir lo que saben en ese momento y no especular sobre lo que no conocen.
— Esté preparado para los periodistas, advirtió. Deles espacio y responda con sinceridad la mayor cantidad de preguntas que pueda.
— Dote a sus trabajadores con teléfonos. Espere un aluvión de llamadas telefónicas en la oficina.
— Proteja sus instalaciones, equipos, computadoras y productos frente al vandalismo y el sabotaje.
— Espere una subversión y cierta agresividad —advirtió Anderson. No muerda el anzuelo. “Mantenga el control de sus emociones”.
— Escuche con atención y considere las peticiones de los trabajadores, creyendo que la mayoría de ellos ha venido a su granja para trabajar duro y ganar dinero de forma honesta.
“Tal vez soy ingenuo, pero creo que los trabajadores están aquí para trabajar de buena fe”, dijo John Dudrey, un abogado de Oregón. Él apoyó la respuesta del productor en el caso del Condado de Grant.
Keith Larson, dueño del huerto Larson Fruit, no quiso hacer ningún comentario para Good Fruit Grower, pero dijo al Seattle Times el año pasado: “estos tipos nos informaron algunas cosas que nos hicieron darnos cuenta de que, ‘¡guau! podríamos hacerlo mejor’”.
— Esté preparado para separar los hechos de la ficción.
Por ejemplo, algunas organizaciones sindicales les prometieron a los trabajadores H-2A tarjetas de residencia para ellos o sus familias en el condado de Whatcom, dijo Roxana Macías de CSI Visa Processing, una empresa mexicana que recluta trabajadores H-2A.
Eso, por supuesto, es imposible, pero “ellos no conocen nada mejor”, dijo Macías, quien voló desde México para tratar de ayudar a informar en ese caso.
— Recuerde las leyes de vivienda, incluso para los trabajadores que renuncian para siempre o son despedidos. Bríndeles un tiempo razonable para desalojar las instalaciones de vivienda, dijo Dudrey.