Tanto si los árboles son jóvenes o viejos, cubiertos o expuestos, con sistema vertical de brotes (UFO, sigla en inglés) o de varios troncos principales, los cultivadores de cerezas de Washington Central están avanzando hacia sistemas de formación planar de alta densidad y hacia una administración precisa de la carga del cultivo.
“Hay varios caminos y diferentes formas de llegar”, afirmó Matt Whiting, fisiólogo de árboles frutales de la Universidad Estatal de Washington (WSU), que dirigió en febrero una visita de la Asociación Internacional de Árboles Frutales (International Fruit Tree Association) por la variedad de estrategias vistas en el valle de Yakima.
Las paradas en la gira incluyeron una nueva huerta que pronto tendrá una malla contra la lluvia, un bloque de 14 años con árboles independientes en su segunda renovación de sistema de formación, vieron también formaciones formales de UFO (brote fructífero erguido), y de multilíderes informales. En cada lugar, los productores hablaron de sus esfuerzos para aumentar la producción y reducir las necesidades de mano de obra, intentando adoptar muchas técnicas ya estándar para aumentar la eficacia y dar paso a nuevas herramientas.
“Estos sistemas planares representan las mejores ideas actuales sobre cómo construir las huertas del futuro utilizando plataformas, la poda mecánica, la poda simplificada, etc.”, afirmó Whiting.
Hacer nuevo lo viejo
La primera parada de la gira fue un bloque de cerezos de la variedad Skeena plantado en el año 2010 con árboles independientes y ramas gruesas sobre portainjertos Gisela 6 en una huerta de Washington Fruit and Produce Co. cerca de Zillah.
Este bloque productivo ha pasado por dos rediseños. Al principio, los encargados formaron un líder central y tres años más tarde, se convirtieron a un sistema de túnel, tratando de controlar el vigor y aumentar la exposición al sol atando las ramas en un arco por encima de los túneles. Este sistema era habitual en el centro de Washington hasta hace unos 20 años, pero cayó en desuso después de que los encargados tuvieran problemas para llenar el espacio, según Whiting.
En el año 2017, los trabajadores convirtieron el sistema de espaldera a uno con varias ramas principales empinadas. En vez de mantener una rama gruesa del centro de los árboles, crearon una forma de jarrón que permite llegar la luz del sol a las ramas más bajas, fomentando nuevo crecimiento.
Los resultados han sido buenos, dijo Orlando Huerta, el subgerente de huertas que comenzó a trabajar con el bloque en el 2018. El bloque ha producido un promedio de 12 toneladas de fruta por acre en los últimos cuatro años. “Tienes que ser bastante agresivo con los cortes de motosierra”, dijo Huerta.
Huerta y su equipo también administran la carga de cultivo con un recuento de yemas y brotes, indicando cuales son los árboles de muestra con cinta marcadora cubierta con números escritos con rotulador de tinta permanente. Washington Fruit es conocida por el recuento de brotes y utiliza un método similar en todos sus bloques de cerezos y manzanos.
Los UFOs y multilíderes
En otra parada de la gira en Olsen Bros. Ranches se presentaron varias variedades de cerezas sobre los portainjertos Gisela 6 o 12.
Este productor de Benton City utiliza el sistema UFO, que consiste en inclinar horizontalmente una única rama principal para reducir la dominancia apical y permitir que las ramas fructíferas crezcan hacia arriba.
Olsen Bros. Prefiere una espaldera de forma en V de 70 grados con una separación de 4 pies, inclinando una rama hacia un lado de la hilera y la siguiente hacia el otro lado, de modo que cada árbol se extiende a lo largo de 8 pies. El equipo mantiene el sistema muy plano, aunque cuando las ramas se desprenden de la rama principal hacia el centro, las orientan hacia el lado opuesto de la V.
Cerca de allí, el productor Shawn Gay entrena a los cerezos de manera menos formal en dos o cuatro ramas, atándolas a espalderas cuando son jóvenes y estimulando los brotes laterales de las ramas fructíferas con cortes pequeños de cuchillo y la aplicación de reguladores del crecimiento de las plantas.
En la cuarta hoja (cuarta temporada de cultivo), Gay, gerente de Finley Cherries, retira el alambre inferior -situado a 3 pies- para que los trabajadores puedan moverse más fácilmente entre las hileras. Nunca entrena las ramas laterales a los alambres, sino que las poda a unas 8 pulgadas para mantener la fruta cerca de las ramas principales.
“No quería gastarme el dinero en atar las ramas”, dice. “Intento dejar esta práctica”.
También cerca de Benton City, River Valley Fruit mostró a los participantes en la gira un bloque de cerezos de la variedad Santina sobre el portainjerto Gisela 6, plantado en el 2023, sostenida con “alambre de memoria” de plástico flexible que no deja marcas en los árboles.
“El alambre de memoria se retirará en cuanto los árboles estén produciendo”, dijo Don Olmstead III, subdirector general de River Valley Fruit.
La empresa usó en su plantación postes octogonales de acero diseñados para soportar múltiples tirantes transversales para las futuras espalderas de alambre y tapas que sostendrán una red de tejido denso que protege la fruta de la lluvia, las heladas y el viento. Los postes se trasladaron desde una huerta de Grandview que no era adecuada para el complejo anclaje en cuatro direcciones que requieren los pesados postes de acero.
Olmstead utilizó PGRs (reguladores del crecimiento vegetal) para fomentar en cada árbol el desarrollo de cuatro ramas principales, pero algunos árboles sólo acabaron con tres. En lugar de luchar contra eso, el equipo de trabajadores las formó para que alternaran los lados: un árbol dos y una, el siguiente una y dos.
A veces, los árboles frutales no hacen exactamente lo que uno quiere.
“Obtienes lo que obtienes”, dijo Olmstead.
—por Ross Courtney