
Los productores de fruta Craig y Amanda Arnold buscan constantemente el punto óptimo de la escala de producción de duraznos.
Esta pareja de productores de fruta de Winton, California, cultiva la mayoría de sus duraznos para ser procesado. Pero, con el permiso de sus fábricas de enlatado, reservan seis o siete árboles de cada bloque para satisfacer los pedidos de venta de productos frescos, una diversificación del negocio que iniciaron durante la pandemia.
El número de árboles es siempre una incógnita.
Amanda dijo: “No sé si hay un tamaño de fruta fresca especifico; cada año es muy diferente”.
Incluso su plan para procesar los duraznos que venden a Pacific Coast Producers, Dole y Wawona Frozen Foods, siempre cambia.
Tenían 200 acres hasta que Craig, un productor descendiente de la cuarta generación familiar, asumió la administración de los duraznos cuando su tío, Glenn Arnold, falleció en el año 2019. En los próximos cinco años, Craig y Amanda cultivaron solo 80 acres, debido a la eliminación de los bloques de bajo rendimiento, y están en medio de la plantación de nuevas variedades. Tienen pensado cultivar unos 100 acres a finales de este año.
Mientras tanto, la superficie de sus otros cultivos también ha fluctuado. Tienen camotes, almendras, uvas de vino, pimientos e incluso algunas granadas.
La pareja también ha puesto en marcha un servicio de contenedores, contratando a un equipo durante todo el año para mantener unos 50,000 cajones de madera y plástico que alquilan para la cosecha de duraznos y camotes. Empiezan a alquilarlos en el mes de junio y los reciben de vuelta en octubre para repararlos, a tiempo para la cosecha de los camotes.
“Tienes que diversificar, pero diversificar de verdad, o nunca ganarás dinero”, dijo Amanda.

La oscilación del durazno
La superficie cultivada de duraznos en California en general, ya sea para el mercado de productos frescos o del procesado, llevaba muchos años disminuyendo en favor de las almendras, uno de los mayores cultivos comerciales de California. El estado produce el 80 por ciento del suministro mundial de almendras, según el periódico Los Angeles Times. Pero la pandemia y las disputas arancelarias no fueron benévolas con esta industria que es dependiente de la exportación, y desde entonces la huella del cultivo de almendras en California se ha reducido.
Mientras tanto, la demanda de fruta enlatada y congelada se disparó durante la pandemia, cuando la industria de duraznos procesados batió récords de ventas anuales en comparación con los últimos 20 años, según Rich Hudgins, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Enlatados de Duraznos de California (California Canning Peach Association, CCPA). La cooperativa, con sede en Sacramento, negocia los precios anuales con los fabricantes de conservas en nombre de los productores que cumplen contratos de 20 años.
Los precios por tonelada de fruta han subido aproximadamente al mismo ritmo que el salario mínimo del estado, haciendo que los duraznos sean atractivos solamente para los productores diversificados. El número de huertas de duraznos (la gran mayoría son de los duraznos de procesado), despegó en el 2023 con 1,275 nuevos acres, en comparación con un aumento constante de 300 a 400 nuevos acres por año durante los cuatro años anteriores, según las estadísticas del grupo.
El aumento de la superficie de huertas de duraznos ha llevado a la CCPA a advertir a los productores que planten sólo bajo contrato para evitar un exceso de oferta.
“Obviamente, ya hemos superado los años del COVID-19 y el consumo minorista ha vuelto a la normalidad”, afirmó Hudgins.

Mantenerse pequeño
La familia Arnold ha afrontado estos cambios en su negocio cercano a la ciudad de Modesto. El sector del durazno fresco está ubicado a más de una hora al sur, cerca de Fresno, donde los grandes productores integrados verticalmente dominan la producción estadounidense.
A los Arnold no les interesa competir con esa escala en ninguno de las dos partes de la industria de la fruta de hueso.
“Nunca pensé que quisiera ser un productor de duraznos de 300 a 400 acres”, dijo Craig.
Para diversificar su negocio, durante la pandemia la familia empezó a ofrecer a la venta productos frescos por encargo a través de la página web de la compañía familiar, para ser recogidos en la huerta. Ha sido muy popular. Los clientes dicen a Amanda que este servicio les recuerda a los días en que los puestos de fruta salpicaban las carreteras rurales del condado.
La pareja llamó el servicio “Sweet AF” tomando prestado un chiste interno entre ellos y sus equipos. También ofrecen almendras de sabores, camotes e incluso ropa. Sus hijos, Addisyn de 11 años, y Tavin de 9, ayudan a recoger los duraznos frescos y a empaquetar los pedidos.
A la familia le gustan los márgenes de beneficio de las ventas de productos frescos, pero ampliar la empresa requerirá creatividad, dijo Craig. Con el tiempo, puede que quieran plantar algunos bloques designados para la venta de productos frescos.
Craig y Amanda están convirtiendo un contenedor de transporte en un lugar de venta de autoservicio y hablando con restaurantes locales para que incorporen duraznos frescos a su cocina. Han recibido peticiones para enviar duraznos frescos como regalo a lugares tan lejanos como Maine, pero primero quieren probar algunas opciones de empaque para asegurarse de que la fruta llegue en buenas condiciones.
“En algún momento lo probaremos”, dijo Craig.
—por Ross Courtney
Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.